1. Gemidos en la playa. - 3 -


    Fecha: 23/04/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Fernando, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... veía sus venas a punto de reventar de lo tiesas que estaban.
         -  "Chupame los huevos..."
    Sus huevos rasurados fueron a parar a mi boca uno a la vez, no quería lastimarlos. Tenía dos pelotas ovaladas, con la piel arrugada oscura, dos bolas colgantes sin vello. Mi ropa había ido a para quien sabe donde, me giré para que él me viera la colita. Quise sobarme su polla entre mis nalgas, pero él me dijo que todavía no, que se la mamara otro ratico. Yo era leliz, seguí chupando hasta que me dijo :
         - "Venga, que te como ese culito blanquito... "
    Yo me volteé y me recosté  a un árbol. Él se agachó como en cuclillas, y empezó a tocarme el culo que le había quedado frente a su cara. Me agaché por entre mis piernas, y pude ver como se hacía la paja con una mano, mientras con la otra me penetraba el ano con sus dedos...
          - "Colocate en pollo asado !"
    Nunca me lo habían clavado así; me acosté y levanté mis piernas. Me sentí como una mujer cuando se la van a follar. Él agarró mis piernas y pude sentir la punta de su verga en la puerta de mi ano. No entraba, él empujaba y yo me levantaba por el dolor de manera involuntaria.
          - "Tranquilo !... afloja y verás, se va suave..."
          - "No esa vaina está muy grande... me duele !"
          - "Tranquilo... afloja... mmmm..."
    Me la empuzó de una, y pude sentir como mi culito se desgarraba antes las embestidas de ese palo tieso que entraba ya cada vez un poco más. Lo sentía empujar, entrar y salir. Pero no entraba todo. Lo ...
    ... apreté con mis piernas y lo halaba hacia mí. Me quiso levantar las piernas hasta su cuello, pero yo sólo le dejaba levantar una. No aguantaba esa verga tan grande, ya la sentía adentro y me la estaba gozando. Así me tuvo un rato hasta que me levanté y me coloqué de espaldas.
           - "Acuestate allí.", me dijo.
    Me puse en cuatro patas, pero él quería que me acostara boca abajo, bien plano y eso hice. Me la metió por detrás, la sentí entrar otra vez, ahora mientras empujaba su polla en mi interior, yo empujaba mi culo contra ella, y con mi mano le pajeaba el pedazo que le quedaba por fuera. Ya estábamos todo sudados. Su mano se deslizó por mi espalda, me apretó, me acarició y luego :
           - "Paff !!", recibi una palmada en las nalgas.
           - "Eso... mi macho... dame más... más !"
    Y eso hizo, me malgueaba y me daba verga. Era rico, pero me dolía mucho... Apreté fuerte el culo y su polla se salió... Aprendí como descansar un poco. Entonces me untaba su saliva y mi culito se refrescaba, la sentía fría y me gustaba, luego me mandaba de nuevo su verga.
           - "Uggg !... suave... suave por favor... ahh... ahh..."
    Parecía que mis quejidos lo arrechaban más, por que fue subiendo el ritmo y la fuerza. De repente, me agarró las manos hacia atrás por sobre mi espalda, y ya no pude hacer nada. Sólo trataba de pararme, pero mis pies resbalaban en la arena, el cabrón me clavó como quiso y pude sentir cómo finalmente me penetró todo ese enorme pedazo de carne ardiente. Sus bolas ...
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