1. Jarochos muy calientes. - 2 -


    Fecha: 06/05/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Fernando, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... incansable gimnasta continuaba su vaivén, aún más selvaje. En una de sus embestidas me corrí y mi pecho acabó lleno de leche. Algunas gotas salpicaron también el vientre de mi amante. Imperturbablemente,el joven macho seguía embestiéndome en la misma posición, tanto que perdí la noción del tiempo. Tal vez se vino adentro varias veces. Mi culo chorreaba semen y la colcha roja se quedó manchada. Por la primera vez de la noche el Jarocho me pareció cansado. Yo estaba totalmente agotado. Y sin hablarnos nos quedamos dormidos.
    
    Horas después, de golpe, me despierto. Miro al reloj : las diez ! Tenía una sensación rara. El Jarocho estaba pegado a mi, y me estaba metiendo de vuelta !  - "Ey ! amorcito, no estabas cansado ?"   - "Sí, pero ya estoy bien otra vez... dame tu culito, putita... Ya, te lo conté ayer : al despertar voy recaliente de nuevo !..."     No me esperaba que el muchacho que me había cogido toda la noche estuviera caliente tan temprano... Es cierto que él me había advertido... Y hasta ahora todo lo que me ha dicho ha sido verificado. El joven gimnasta ha mostrado una resistencia descomunal, y cómo lo había pretendido sus bolas son verdaderos tanques de una rara capacidad...
    
    Y también como se jactaba, el Jarocho, en el momento del despertar, estaba otra vez listo para sodomizarme, y tomar posesión de mi cuerpo. Los dos estabamos a punto de vivir otros momentos indescriptinbles de extásis, cuando el macho fertiliza su hembra, que ella tenga una vagina, o, como ...
    ... yo, un ano estrecho en lugar de coño.  
    
    Aunque la noche había estado corta, y a pesar de no sentirme en una forma física a la altura, el morbo estaba más fuerte, la gana de ser perforado de nuevo por su extraordinario taladro de carne, de tragarme su lengua durante besos ardientes, de sentir su semen invadir mis entrañas... En resumen, probar otra vez las increíbles sensaciones experimentadas desde ayer.    No !, no... no quería rechazar esa felicidad. Ni tampoco, con mi rechazo, molestar a mi amante gimnasta, él que me había ofrecido tan generosamente su néctar espeso... Por eso me abandoné a su lujuria, y me dejé hacer. El joven se pegó detrás de mí, y hizo deslizar la cabeza de su pene entre mis nalgas. Ya no necesitaba ser dilatado más, ni tampoco lubricado. Muy pronto su miembro duro y recto encontrará sin la mínima resistencia su camino en mi agujero.
    
    Los últimos centímetros de su arma entraron de golpe, y su pubis chocó con mi culo con un sonido húmedo. Yo ronroneé y como pude me volvía a retorcer de placer. Pues me apresionaba con fuerza, haciéndome sentir todo su cuerpo. Allí quedó parado, hasta empezar un meteisaca delicioso. Sus primeras embestidas fueron largas, pronunciadas, tanto que podía sentir cómo su glande araba deliciosamente mis entrañas, destapando ese frasco que desde nuestro primer beso seguía ardiendo. Mis jadeos se sumaron a los suyos y aumentaron su potencia cuando las incursiones se hicieron más feroces, casi animales. El gimnasta seguía ...