Cuarentenaa (2). Aprendiendo en casa. - Relatos Eróticos

Cuarentenaa (2). Aprendiendo en casa.

... aquella ?..."   Yo estaba más interesado en las pollas grandes hundiendose en las vaginas... o en el culo de las rubias...  Oímos el timbre : debe haber sido el repartidor de pizza. Alejo dijo : -"Está aquí !  De todos modos, nos detenemos, de lo contrario tendré que pajearme... jejeje..."

Mientras comiamos, me dijo que aún no había podido cogerse a una chica, sólo había podido, con una, ponerle un dedo en la concha. Y me comentó : "Se quejó como loca... Yo quería penetrarla, y ella decía : no, no, por favor, no hoy... otra vez... y además la tienes demasiado grande !... me va a doler. La puta no quería, ni siquiera me la chupó, y se quedó mirándome cuando me masturbaba delante de ella. Cuando me vine me dijo : Lo ves que yo tenía razón... has largado mucho semen... yo no quiero quedar embarazada !"   
Yo lo miraba, mis ojos remachados en sus labios deliciosos, bebiendo cada una de sus palabras. Y envidiaba a todas esas zoquetes de chicas que no habían aprovechado la oportunidad de ser poseídas por un machito tan guapo. Qué imbéciles !  Alejo me preguntó : "Me dí cuenta de que te gustan mucho mis experiencias sexuales...  Y muchas veces he notado como me estabas observando el bulto... jejeje...  Es cierto, no ? No querrías por casualidad ver mi polla ?..."   No necesitaba responder : la carpa en mis pantalones me traicionaba dejando adivinar mi excitación. Él, detrás de mí, me dió un beso en el cuello. No me atreví a dar la vuelta y ofrecerle mi boca. Estábamos entrando ...

... en su habitación. Alejo me dijo al oído : "No tengas miedo... no voy a violarte..."   Era eso precisamente lo que estoy soñando desde mucho tiempo...  En eso, mi compañero se sentó, me agarró de la cintura y me tiró en la cama. Empezamos a acariciarnos, y enseguida empecé a notar sus intenciones de ser totalmente dominante, a lo que me entregué con gusto. Todavía con los calzoncillos puestos, me puso boca abajo, y me agarró muy fuerte por atrás, apoyándome sus 16 cm de carne en mi cola, y haciendo movimiento pélvicos, mientras me apretaba fuerte de la cintura. Me decía al oído :
- "Quieres sentir la verga de un macho ?". Y entre susurros : "Hoy te voy a enseñar cosas que en el colegio no aprenden... jejeje..."

Alejo era muy intenso y sexual. Con sus manos recorría todo mi cuerpo. Yo volaba, sentía como el culo se me iba calentando, y todavía tenía el slip puesto. Además, sentía sus brazos fuertes y firmes... y me enloquecía. Después de un rato así, me soltó y de un tirón me bajó mi speedo, dejándome en cuatro y con el orto a disposición... Empezó a nalguearme fuerte con una mano, mientras con la otra me acariciaba el agujero. Yo sólo atinaba a gemir y pedir más. Estaba extasiado. Enseguida empezó a besarme y morderme los lóbulos del culo. Fue recorriendo todo, hasta llegar al agujero, donde estuvo dedicando un largo rato a comerme las nalgas, intercalando con algún dedo en mi ojete, que me pareció ya muy dilatado...

De un solo sacudón, me dió vuelta y quedé frente a sus ...