1. Cuarentenaa (2). Aprendiendo en casa.


    Fecha: 16/05/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Fernando, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... genitales. Él se puso cómodo, de rodillas, y me exigió que me tragara su polla. Ahí, tomé el control. Jugando un poco con la fuerza física de ambos, forcejé para que se acueste en las almohadas. Fui bajando por su cuerpo, chupando sus pezones, y luego cada pliegue de sus abdominales. Hasta llegar a su miembro. Tomé con mis manos su pedazo de carne y empezé a chuparlo frenéticamente, escuchando los gemidos que el joven macho daba. Su polla era gruesa, levemente torcida a la izquierda, con pocos pelos arriba. Me excitaba lo oscura que era. No era circuncidado y su prepucio deslizaba facilmente para dejar aparecer su glande. La cabeza rosadita de su capullo relucía de líquidos seminales. Olía a macho ! Lamí su miembro por todos lados degustando su sabor fuerte. Después de chuparle también un rato sus testículos, Alejo se incorporó y recuperó el dominio. Empezó a pegarme con su verga en la cara, y a preguntarme porque no le había ofrecido antes de mamarlo y de prestarle mi culo !
    
    Después de un rato así, lo volví a empujar para que se acueste. Le pedí sí tenía lubricante, y me dió un sobre de gel. Me unté el ano de lubricante y me senté en su carnoso miembro. Fui bajando lentamente, hasta que sentí el contacto con sus huevos. Mis ojos se volvieron blancos y, Alejo, al percatarse, me agarró  de la cintura y me empezó a guíar en el galope. Un largo rato estuvimos así, mientras yo estaba impresionado con el grosor y la rigidez de su polla. Él me dejaba las nalgas coloradas con ...
    ... las bofetadas que me daba. Me dí vuelta, dejandole el orto en primera planta, y sus bofetadas se intensificaron. Estábamos súper excitados los dos. Él se incorporó y me empezó a coger en cuatro. Después de un rato, empecé a sentir que su verga se hinchaba como para acabar. Le pedí la leche en la cara, pero él no aguantó y explotó en mi ojete. Sentí como su trozo de carne se hinchaba al ritmo de sus chorreadas.
    - "Qué culo tienes, hermano !", me dijo. "Vamos a bañarnos que quiero más !..."  Yo que todavía no había acabado, y encima que quería probarle la leche, accedí enseguida. Y nos fuimos a ducharnos.
    
    Regresando de la ducha, Alejo me recostó boca abajo, y se acostó encima de mí. Esta vez me penetró un poco más despacio. Mientras bombeaba y me la dejaba ir, me decía lo caliente que estaba, que tenía el culo más rico que se había tirado... Me pedía que apretara más las nalgas para que él sintiera más rico. Lo obedecí en todo, y mientras me cogía así, fue disminuyendo sus embestidas poco a poco, en cuanto a velocidad. Se estrellaba con mis nalgas y luego se retiraba un poco, sólo para volver a empujar con más fuerza. No aguanté más y comencé a sentir que estaba a punto de venirme sobre sus sábanas, pues mi verga estaba apretada debajo de mí y de él. Cuando casi terminaba yo de vaciarme, Alejo lanzó un gemido muy fuerte y comenzó a eyacular otra vez dentro de mí. Sentía de nuevo el calor de su semen en mis entrañas. No creo que haya eyaculado tanto esta segunda vez, pero yo ...
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