Cuarentena (3). Culiando con el portero pijon - Relatos Eróticos

Cuarentena (3). Culiando con el portero pijon

... conocemos ?..."    - "No me reconoces ?... Cuando tenía 16 años, trabajé en una tienda, no muy lejos de aquí... hacia entregas a domicilio... Vine muchas veces en tu casa... Incluso pasé noches con ti y con tu amigo... Él tomaba fotos..."   No había duda, hace unos veinte años yo vivía con Hans, un tipo rubio, alto, al que le gustaba tomar fotos de jóvenes desnudos...

- "Ah... por eso... Realmente, no te reconocí... pero cuando empezaste como portero, me dije a mi mismo : su cara no es desconocida... Por supuesto !... Claro, ya no tienes la cara angelical que seguramente tenías a los 16 años, pero sigues siendo un muchacho hermoso, muy masculino... como me gustan a mí, jejeje...  Eres casado ?"
- "No... vivo solo... Es mejor ser libre, no ?"
- "Claro... pero con tu aparencia de machote, tienes que desahogarte con mujeres, verdad ?..."
- "No... no sólo...  Recuerdas, cuando tu amigo me tomaba fotos, le gustaba tomar primer plano de mis genitales, y siempre decía «Es una obra maestra ! es una obra maestra !...», y yo no entendía lo que significaba... Y fuiste tú quien me explicó un día que él consideraba mi polla y mis bolas tan perfectas, como en un cuadro, obra de maestro... jajaja !". Y ambos nos reímos.
- "Pero, sí vives solo, Camilo, no tienes que tomar transporte esta noche... puedes dormir aquí... «dormir», forma de decir... Qué te parece ?"
- "Por qué?... quieres ver de nuevo mi «obra maestra»...?"
- "Eso es !... Con el tiempo, me olvidé un poco los ...

... detalles... Sí en ese tiempo tenías 16 años, la obra maestra seguramente habrá crecido mientras tanto..."
- "Sí reconociste algunas de las características de mi cara, aún cuando mi obra maestra hubiera crecido, probablemente la reconocerás a primera vista... jajaja..."

De inmediato, el portero se levantó, se quitó la camisa. Yo me moría de niervos, pensando que, 20 años antes, ya había disfrutado de ese cuerpo. Camilo se acercó y me besó. Él estaba como hambriento, me devoraba de besos, sus manos recorrían mi cuerpo. Mi entrega era total, estaba a su merced, su lengua me proporcionaba un placer enorme. A veces, Camilo quitaba mi boca, y acercandose a mi oreja me susurraba :
- "Esta noche quiero poseerte, tanto por la boca como por el culo..."
Con mucho cuidado baje los pantalones del muchacho hasta la rodilla, su slip era de color rojo. Mi corazón latía con mucha fuerza. Mi mano se posó sobre su bulto, y se introdujo dentro. La polla del portero empezó a dar señales de vida. Bajé su calzoncillo y pude ver su verga, oscurita, enorme ! Mediría unos 15 cms en reposo, pero me llamó la atención lo gorda que era. Ese pedazo de carne reposaba sobre el vientre del muchacho. Él me questionó :
- "La reconoces ?... Deberías... Cuantas veces la has mamada !!..."
No contesté. No sé lo que me ocurría, pero estaba totalmente inquieto, con una calentura como desde mucho no había sentido. Con una mano empecé a masturbarme, mientras con la otra seguía tocando el miembro caliente del portero. Mi ...