1. El juego (II)


    Fecha: 03/12/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Aquella noche ya en el dormitorio, Miguel estaba ávido para que le contara con todo detalle como había trascendido en la ducha con Javier, así que comencé a contárselo. A pesar de que ya en la ducha una vez que me había quedado a solas, me había tenido que masturbar, sin darme cuenta, mientras le relataba a Miguel lo sucedido, estaba nuevamente acariciándome el clítoris, con suavidad, con dulzura; no era una fricción buscando el climax, más bien era un masaje como buscando una relajación. Naturalmente observé como Miguel me contemplaba desde su silla; yo estaba desnuda sobre la cama; él junto a ella escuchando. Únicamente interrumpía de vez en cuando pidiendo algún detalle en concreto de lo que le estaba contando. Al finalizar el relato, volvió a comentar lo a gusto que se encontraba. Le ayudé a desnudar y a meterse en la cama, ya en ella, me pidió que pusiera sobre su boca mi raja ya que quería darme tanto gusto como el que yo le estaba dando a él. Así lo hice, reconozco que tanto el día anterior como esa noche, se esforzó más que nunca en darme placer. Tampoco hacía falta mucho ya que el juego en cuestión, hacía que yo también me encontrara más excitada de lo habitual. Estábamos ya en la cama casi dormidos, cuando sonó el teléfono. Era un matrimonio amigo. Miguel estuvo un largo rato hablando con Pedro, así se llamaba el amigo. Cuando terminó la conversación, comentó que el sábado por la mañana, (estábamos a jueves), vendrían a pasar una semana con nosotros ya que ella, ...
    ... María, tenía esa semana de vacaciones. Pedro era tetrapléjico como Miguel, nos conocimos mientras ellos estaban en el Hospital ya que estaban en la misma habitación. Fueron muchos meses de compartir sufrimientos y dolor. Ella, María era una chica majísima, simpática, extrovertida. La verdad es que nos llevábamos bien. Así que no me pareció mal la idea. Al día siguiente, no hubo gran variación. Me pasé la mañana tomando el sol en la terraza junto a Miguel. Llevaba puesto el bikini que compré en Cádiz, así que los chicos estuvieron más tiempo jugando en la terraza que en la arena de la playa. Todo eso hizo que Miguel pasase la mañana más que entretenida. Como de costumbre, por la tarde cuando hubo que ir a ducharse, Roberto y Jesús, ya iban hacia la ducha cuando les dije que esperaran, ya que tenía prisa en subir a casa al tener que preparar la habitación para que al día siguiente cuando llegaran los invitados, todo estuviera arreglado. Así que primero nos ducharíamos Javier y yo. Los dos se quedaron junto a la puerta, mientras entraba, pude observar como se sentaban en el suelo. Una vez cerrada la puerta y consciente de que podían oír lo que decíamos tanto Javier como yo, dirigiéndome a él, le dije que se desnudara mientras yo también lo hacía. Quería que les quedase claro que íbamos a estar los dos desnudos. Comencé a enjabonarlo, esta vez no hice que se diera la vuelta. Una vez que le lavé la cabeza, le empecé a frotar por la espalda pero al estar los dos de frente, tenía que ...
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