El juego (II)
Fecha: 03/12/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... acercarme mucho a él para rodearlo con mis brazos, esto hacía que al ser bastante más bajo que yo, tuviera que estar algo inclinada, lo que hacía que mis pechos le rozaran la cara. Al separarme un poco y verlo otra vez nervioso por haber estado rozando mis pechos con su cara, le dije al oído que si quería podía chupar los pezones mientras los tuviera cerca. No hubo que repetirlo, cuando le quedaban cerca de la boca, allí que se ponía a chuparlos. Fui agachándome para enjuagarle, ahora era a mí la que su pene erecto me rozaba mi cara. Subí la mirada hacia su cara y comente jocosamente y en un tono alto para que aquello se escuchara fuera. - Uy, Uy, Uy, como se te esta poniendo hoy- Haciéndole un gesto hacia la puerta, como para decirle "Que se fastidien esos dos de afuera". A lo que Javier, contrajo sus hombros sonriéndome y afirmando con la cabeza. Aproveché ese momento para darle un beso en la puntita de su pene. Él se quedó atónito. Ya en voz baja le pregunté si no le había gustado. - No sé - contestó escuetamente. - Quieres que lo haga de nuevo - Pregunte yo. Volvió a encogerse de hombros. Cogí su pene entre mis dedos y acerqué mi boca a él. Esta vez no lo bese, introduje éste en la boca y con ayuda de mí otra mano, empuje en las nalgas de Javier, para que éste introdujera todo su pene en mi boca. Una vez dentro, comencé a rodearlo con la lengua, notaba como este se estremecía de placer dentro de la boca. Dejé que lo sacara de la boca y repetí la pregunta - Te ha gustado - ...
... Esta vez si respondió. Pronunció un sí tan explícito que casi me pongo a reír. - ¿Quieres que siga? - No hizo falta respuesta, ya estaba yo por mi cuenta introduciéndome el pene en la boca. Hacía tanto que no me había echado una polla en la boca que me corrí solo de mamársela. Al rato también se corrió él, naturalmente no desperdicié ni un ápice de aquel semen, me lo bebí enterito. Cuando ya estuvo Javier más tranquilo, le hice una seña como dándole a entender que afuera estaban aquellos dos. Me entendió enseguida. - Toma frótame la espalda - Dije en voz alta. Comenzó a restregarme por ella mientras yo comencé a lavarme el pelo. Me di la vuelta y le hice ademán de que continuara por delante, me restregó los pechos, bajó hasta el vientre y continuó por los muslos. Abrí las piernas y le hice seña de que frotara por esa zona. Vi la alegría en su cara. Allí se agachó y comenzó a pasar sus manos por el vello, la raja. La mano la pasaba de adelante hacía atrás y viceversa. Me puse a sonreír ya que otra vez se le estaba poniendo tiesa la polla. Al mirarme ya que no sabía de donde venía mi sonrisa, le señale el pene. - Vaya, siempre lo tienes a tope -, nuevamente le hice la seña hacia la puerta. Nos reímos los dos. Cuando salimos de la ducha, allí estaban Roberto y Jesús sentados en el suelo. La verdad es que le dirigieron una mirada de envidia a Javier que no podían disimularla. Mandé a Javier a su habitación y yo me dirigí hacia donde estaba Miguel que había estado viendo desde su ...