Café con leche... mucha leche ! (II) - Relatos Eróticos

Café con leche... mucha leche ! (II)

... entre las piernas del niño. No sé sí Fernando eyaculaba por primera vez de la noche, pero botó bastante leche !

A ese momento Juan salió de su habitación, duchado y con calzoncillos limpios, blancos, que hacían resaltar el color oscuro de su piel, y al ser su slip de corte estrecho, insinuaban su impresionante miembro, aunque en reposo. Mientras Luisito y Felipe se fueron a duchar, Fernando, Juan y yo nos sentamos acerca de la larga mesa. Los tres expresamos nuestra admiración para la belleza de los dos niños, la verdadera y precoz experiencia de Luisito, la hermosura de Felipe... Fernando y Juan estaban de cada lado de mi, y sin concertarse comenzaron a acariciarme el pecho, pellizcarme los pezones. Nos besamos mezclando nuestras lenguas; al punto que en pocos minutos los tres estábamos nuevamente excitados como gatas en celo. Y mientras Juan me besaba, Fernando me mamaba la verga, hasta que decidió sentarse en mi miembro, clavándoselo por completo. Comenzó a cabalgarme... Juan, por su parte, se puso de pié y me metió su vergota en mi boca... sin poder hacer penetrar más que su enorme capullo. 

En eso estábamos cuando aparecieron Luisito y Felipe, duchados. Animados por el espectáculo que estábamos dando, los dos niños se tumbaron sobre la larga mesa, a nuestro lado, y formaron un 69. Ver a los dos jovenes actuando nos excitó aún más. Juan me follaba la boca, mirando con envidia el culote de Felipe a pocos centímetros de él. El machote no aguantó mucho, sacó su pollón ...

... de mi boca y acercandolo al culo del niño le ensartó su fierro ardente, lubricado sólo con un poco de saliva. El niño dió gritos agudos, sin ninguna duda sufría como jamás. Ninguna polla de unos de sus amiguitos le había destrozado el culo como lo estaba haciendo el taladro de Juan, incluso la verga de Fernando cuando el dueño de la finca había sostituido a Luisito hace una hora. Juan, como sí no escuchara los quejidos del niño, seguía empujando su robusto cuerpo contra el cuerpecito de Felipe. Se veía que lo disfrutaba. Lo cabalgaba, indiferente a los gritos y los chillidos del joven. Luisito había dejado de mamar la verga de Felipe. Los tres no pusimos a mirar el espectáculo. Yo estaba a la vez excitado por la manera que Juan se apoderaba del niño, y apenado de ver Felipe sufrir tanto. 

Fernando comentó :
- "Que suerte de putito, tan joven y ya comiendose una verga así !... eso Juan i...  así debe coger un macho !... debe dominar al pasivo !"
Juan, feliz de estar al centro del escenario, nos confesó :
- "Me encanta coger un anito bien estrecho como el suyo... Le estoy haciendo daño, es cierto, pero el niño tiene que aprender su papel de pasivo.... Me encanta como mi pene está apretado por las contracciones de su hoyito... Qué rico !... y como me gustan estas nalgotas que tiene..."
- "Has notado ?... Felipe no se queja todavía, creo que lo estan disfrutando los dos...", dijo Fernando.
Agregué :
- "Creo que tienes razón Fernando, Felipe se está calmando... Lo que más ...