PENES INOLVIDABLES (Cuarta parte) - Relatos Eróticos

PENES INOLVIDABLES (Cuarta parte)

... mucha atracción por los chicos. Para romper el hielo y ponerlo a gusto, agarré la polla a Hans y la achuché ostensiblemente a través de la tela de sus jeans.
- "Qué bastardo eres, Hans ! Eres empalmado como un burro !... Toca... Tócalo, Jasón, verás lo guarro que es !"
Jasón de repente parecía desbloqueado y agarró el miembro ya muy duro de Hans. Lo apretó varias veces entre sus manos... Hans nos gritó :
- "Qué putitos son ustedes ! Estoy empalmado, es cierto... y qué ? estoy seguro que ustedes también !... Yo no estoy avergonzado de sacarla... Mira, Jasón... puedes tocarla... Sé que te gusta mi verga !..."
Y sorprendentemente el morrito acercó sus labios carnosos hasta la punta del pene de su nuevo amigo rubio. Y de repente se tragó la bellota rosa de Hans, pero de inmediato se paró. No movía la cabeza como si tuviera miedo de romper un objeto frágil, no se atrevía a tragarse una parte más larga del enorme falo blanco. Hans entonces empujó su polla para hacerla entrar más profundamente en la boca del morrito. Jasón abrió sus labios dejando hundirse en su boca una buena mitad de esta verga que seguramente encontraba extraordinariamente apetitosa.

Hans se había bajado los pantalones para que Jasón pudiera disfrutar de la vista de sus genitales, y apreciar mejor el tamaño de un verdadero pene de macho ! El hermoso chico rubio con quien el morrito había ligado en los baños del instituto, tenía sin duda el pollón más grande que el morrito vió en la vida real ! El ...

... espectáculo del hermoso órgano erecto de Hans me emocionaba también. Ya conocía todos sus detalles : las venas azules que, bajo la piel blanca casi transparente del tronco corrían en toda su longitud, el glande rosado en forma de flecha que apuntaba al final, el mechón de pelo rojo y rizado que coronaba su pelvis, y, premio especial, los dos enormes huevos ! Dos bolas desprovistas de pelos que colgaban encerradas en la piel arrugada de su escroto !

Me incliné y estiré mi lengua para lamer las dos pelotas seguramente llenas de jugo, como siempre. Jasón me vió actuar y quedó sin soltar la mitad del pollón que había tragado y cuyo sabor seguía disfrutando. Le dí a Hans grandes lametones para mojar sus bolas por todos lados, incluso hundiéndo mi cara hasta su perineo. Un fuerte olor masculino invadió mis fosas nasales. Qué feliz estaba ! Esperaba que este fuerte olor a macho llegaría también a la nariz de Jasón, para que aprenda a apreciar el aroma de los chicos de verdad ! La idea de compartir conmigo el placer de chupar a nuestro amigo rubio le dió a Jasón un coraje repentino. Y el morrito comenzó a chupar el duro y hinchado glande de Hans, como si estuviera saboreando una fruta madura y jugosa. Pronto el joven resultó ser un chico muy talentoso en felación, y Hans, sometido a las succiones simultáneas del morrito y yo, gemía de gozo, pidiéndonos que no interrumpiémos nuestras "divinas" mamadas...

Hans nos aconsejó de desnudarnos totalmente :
- "Estaremos más cómodo... y así, ...