Enseñando a manejar a mí sobrina (parte II)
Fecha: 07/12/2017,
Categorías:
Incesto
Confesiones
Autor: brandonloredo, Fuente: CuentoRelatos
Ese día después de su primera lección de manejo y sexo, llegamos a casa donde ella pasaría el fin de semana, ella sola se había invitado, y yo la apoye diciéndole que podría salir con sus amigas a donde quisiera sin restricción alguna, cosa que le gusto a Mariana, salir un poco de la presión de sus abuelos. Le preste uno de los cuartos de visita y se instaló con su pequeña maleta donde llevaba solo lo necesario para un buen fin de semana, por la noche cenamos en familia, mis hijos pequeños, Juanita y Mariana, y bueno la velada muy amena. De rato Mariana me dijo que iba a salir con sus amigas y yo le dije si ve con ellas, puedes llegar a la hora que gustes como premio por su buen comportamiento durante su clase de manejo y hasta le di dinero suficiente. Se metió al baño para darse una ducha, pero lo que no sabía es que soy voyerista consumado, y tenía mis mañas para verla desnuda, aunque ya me la había cogido no pude verla ni disfrutarla en su totalidad, todo había sido con ropa en el auto. Y ahí estaba ella duchándose disfrutando del agua tibia con la cabeza hacia atrás y el agua caía directamente en su rostro y en sus tetas duras y redondas como melones, sus pezones duritos y puntiagudos, con una aureola rosada, deliciosos, y pensar que los tenia entre mis manos. Ups!!! La verga se me puso otra vez dura. El agua caía como lluvia sobre su cuerpo divino y sensual, como un vestido líquido y trasparente, desbordados has llegar a su puchita, una matita de pelos castaños, donde el ...
... agua hizo una especie de cascada, que parecía que estaba orinando. Ella puso shampo en su pelo y se lo lavo cuidadosamente, luego enjabono todo su escultural cuerpo y procedió a lavarse sus partes íntimas, metiendo sus deditos llenos de espuma a su puchita, lavando la leche que yo le había echado en sus entrañas. Ella se tocaba y luego olía sus dedos, intentando encontrar restos de semen, y seguía tocándose así, metiendo y sacando sus deditos extasiada, tal vez recordó el momento en que le llene su puchita de rica y caliente leche de tío pervertido. Termino de ducharse, se puso una toalla y se dispuso a vestirse en su cuarto, ¡sorpresa! ahí también tengo mi cámara espía y la mire como se ponía su cremita en todo su cuerpo divino, sus piernas, sus tetas, su rostro, sus nalgas, tobillos, bueno toda. Luego saco de entre su maletita sus calzoncitos y su brasiere, lindos por cierto, sensuales como ella, y tomo los usados y los olio, seguramente despedían un intenso olor a semen mío, porque los retiro y los puso dentro de su maleta. Luego se calzo los limpios, igual que el sostén, también se puso unos jeans blancos muy ajustados, y una blusita marca bebe, su pelo casi rubio y largo le caía abundantemente por sus caderas, sus enormes ojos cafés, su delineada boca y sus labios delgados, su cara redonda, una belleza sensual, con un parecido increíble con Ana Bárbara. Se maquillo y peino de una manera muy cuidadosa, seguramente tenía alguna cita por ahí, y eso ya lo sabría yo. Ella me ...