Enseñando a manejar a mí sobrina (parte II)
Fecha: 07/12/2017,
Categorías:
Incesto
Confesiones
Autor: brandonloredo, Fuente: CuentoRelatos
... lo contaría después. -Regreso dentro de un rato, tío!! me dijo. -Diviértete Mariana, y le dije al oído no te apures de nada, regresa a la hora que gustes, y le di la llave, nomás no hagas ruido. -Ok tío, hasta luego, y me dio un beso en la mejilla, y aspire su perfume y su fragancia a recién bañada, sin duda olía a sexo. -Yo puse mi despertador a las 3:00 am, para esperar que regresara y me levante y fui a su recamara, y ahí estaba ya ella, dormida, me acerque y pude percibir un fuerte olor a alcohol, creo había tomado de más, pero no estaba sola, también había una amiga de ella acostada igual de tomada. Las dos en un estado inconveniente, y pensé, hay que hacer algo con estas borrachitas tan lindas, mira nomas. Y fui con su amiga y la moví, y no dio señales de nada, estaba bien dormida le podría pasar un tren por encima y no sentiría nada, y pues manos a la obra, o más bien manos sobre ellas. El cuarto estaba algo retirado de mi recamara nupcial, deliberadamente así lo había planeado, para que mi esposa no se despertara con el ruido. Las descobije con cuidado y ahí estaban las dos abiertas de piernas con sus puchitas apuntando hacia donde yo estaba, sus calzoncitos metidos entre sus nalguitas, y su rajadita notándose tremendamente sensual, sus tetas sin bra, solo su blusa, los pezoncitos duros listos para una chupada, yo ya la traía parada y de fuera de la pijama. Fui con su amiga y le subí la blusita y pude ver en todo su esplendor sus melones duros y redondos, sus ...
... pezones tan lindos que puse una mano en cada uno de ellos y ella como que sintió la caricia, y balbuceo mmm. Subí también la blusa de mi sobrina y le toque una teta también, una a cada una, apretando y besando, y chupando sus pezones ricos y duros como caramelos. Aquello se ponía bueno, ellas dormidas o haciéndose las dormidas, lo sabría dentro de un momento. Estuve pensando por un momento que faena haría con estos manjares, y se me ocurrió acostarme en medio de ellas, para seguir calentándolas. Y me fui metiendo lentamente entre las dos, como abriendo camino entre sus cuerpos, lo bueno que la cama es King Zise, había lugar para maniobras. La luz apagada. Yo contenía la respiración y el nerviosismo propio de la situación, pero cuando la cabeza de abajo se calienta, la de arriba no piensa, eso dice el refrán y con justa razón. El juego se volvía emocionante porque en completa obscuridad estaba la habitación, las respiraciones entrecortadas de las dos chicas y el tufo del alcohol me excitaba sobremanera, y mi verga pedía acción ya, y amenazaba con explotar. Yo seguía tentando sus hermosos cuerpos tibios y sensuales, empecé desde sus labios, y le di a cada una un beso largo e intenso. Luego baje a sus tetas, que quizás eran de la misma copa, y se las acaricie, bese y mordí levemente, la gloria. Luego pase a sus vientres aun firmes, sin grasa, y metí mi lengua en sus ombligos, una por una, haría lo mismo con las dos, idea genial. No había prisa, en casa todo era silencio, solo el ...