El mejor sexo anal de mi vida
Fecha: 08/12/2017,
Categorías:
Anal
Confesiones
Autor: Amyloca91, Fuente: CuentoRelatos
Hola, esto me pasó cuando apenas tenía 22 años, o sea hace ya 1 década, en ese entonces yo aún me encontraba viviendo en la ciudad de México. Un sábado por la tarde recibí la llamada de un muy buen amigo mío, y me pidió por favor que lo acompañara a la inauguración de un nuevo bar gay, ya que no quería ir solo. Yo acepté, el quedó de pasar por mí a mi casa a las 9 de la noche, así que me metí a bañar, me asee muy meticulosamente a pesar de que sabía que no iba a tener acción esa noche, como sea ya era costumbre mía, me vestí normal, como acostumbro, o sea jeans, botas, camiseta blanca, y una chamarra de mezclilla, me puse bastante perfume y me maquillé solo un poco y al cuarto para las 9 ya estaba lista para salir. Mi amigo llegó muy puntual en su auto y nos fuimos al mentado bar, donde a pesar de que había un considerable número de personas, no tuvimos problema alguno para ingresar. El lugar estaba bastante bien, oscuro pero no demasiado, música bastante aceptable y un ambiente festivo en general muy agradable. Después de beber un par de sodas, mi amigo y yo nos pusimos a bailar en la pista y el rápidamente encontró pareja y se distanció un poco de mi. Entonces hallándome sola, pues me puse a bailar y a disfrutar el ambiente. En eso estaba cuando de repente sentí claramente como un hombre se me pegó por detrás y me arrimó su verga. Yo voltee a verlo como para que se diera cuenta de que era una mujer, pero pareció no importarle porque me tomo por las caderas y me arrimó ...
... más su verga y la empezó a mover al ritmo de la música. Como la verdad yo estaba sintiendo riquísimo, pronto comencé a excitarme, no tardé en darme cuenta que el tipo ese tenía un pito gigantesco, y cada vez que lo chocaba con mis nalgas yo sentía como se le iba poniendo más y más duro. Entonces, llegó un momento en que no pude aguantar más mi calentura, así que llevé mi mano derecha hacia mi trasero y cuando sentí su tronco en mi mano lo agarré y lo apreté fuerte mente y lo jalé de modo que me siguiera hacia los baños. Entramos en los baños para hombres, que afortunadamente estaban vacíos y nos metimos en una de las cabinas de los sanitarios, cerré bien la puerta y como esta zona estaba mucho mejor iluminada, sin dejar de acariciarle la verga pude ver bien al hombre, era blanco, al menos 15 cm más alto que yo, un poco fornido y su cabello ya pintaba algunas canas, cosa que me pareció por demás sexy. Entonces, él, sin decir nada, me tomo por los hombros y me empujó hacia abajo, yo entendiendo bien sus intenciones me arrodillé, le desabotoné el pantalón, le bajé el zipper y le bajé los jeans hasta los tobillos y metí mi mano a través de la abertura de sus boxers y sentí su verga, tiesa y caliente, la saqué y vi el pene más grande y hermoso que jamás he tenido en mi vida. Le medía al menos 30 cm, grueso, venudo, completamente recto y circuncidado, y tenía depilada toda la zona genital, en fin, era el prototipo de pene perfecto para mi. Se lo estuve acariciando un momento, ...