1. Socialización en el Colegio Mayor


    Fecha: 10/12/2017, Categorías: Fetichismo Autor: VampireGorilla, Fuente: SexoSinTabues

    ... y otra vez, a pesar de las ganas que tenía de parar. Notó cómo le botaban las tetas hasta casi salirse por el escote, y cómo él la miraba y se relamía. Le dieron arcadas, pero sabía que no podía parar. -Tranquila, que te aviso-le dijo el veterano con una sonrisa siniestra-. Pero, como dejes de chupar sin que yo te lo diga, te mato. Le creía. Él comenzó a tirarla del pelo hasta que le lloraron los ojos todavía más, para que sufriera intentando mantenerse en su posición. Trató de terminar rápido haciéndolo más rápido, más rápido, más rápido… hasta que toda su leche se derramó en su boca sin que le avisara nadie. Sintió el impulso de escupirlo, pero no podía abrir la boca hasta que se lo dijeran. -Traga, puta. Cerró los ojos y se tragó ese líquido desagradablemente salado. Él volvió a sonreír y le dio una patada en las tetas. -Anda, vete de aquí gateando, mala perra. ¡Me das asco! Fue al baño, a vomitar. Corrió hacia un váter como pudo, y descargó toda su frustración sobre él. Sollozó, lloró, chilló. No tenía ninguna escapatoria. De pronto, oyó un ruido. Calló. -Por favor, no me haga esto… -¡Calla, puta! Se oyó el sonido de un golpe. -No… -¡Que te calles, bollera de mierda! ¡¿Qué es eso de robar el móvil para avisar a tus padres!? -Tenía miedo, me dijeron que… -Podrías haberte librado de las violaciones, ¿lo sabes? ¡¿Lo sabes!? -Obligar a chupar ya es una violación… -Te voy a enseñar yo lo que es una violación… Se escucharon gemidos y súplicas ahogados entre el sonido del ...
    ... cuerpo de la chica golpeándose con la pared una y otra vez. Se puso las manos en la boca para no hacer un ruido, pero su cuerpo seguía temblando. Sin embargo, en cierto modo, se sentía afortunada por no ser ella la que sufría ese castigo. Cuando terminaron, se oyó una cachetada. -Ahora, le dices a todo el mundo que hemos hecho el amor y te he curado de tu degeneración. Si le pregunto a alguien y no se lo has dicho, esto te va a parecer un besito de buenas noches comparado con lo que te voy a hacer. Ella asintió con la voz temblorosa, y abandonaron el lugar entre la risa de ese animal. Siguió llorando, no por una empatía ya perdida, sino por temor a que le pasara lo mismo. Por eso pegó un respingo en cuanto se abrió la puerta, y por eso respiró tranquila en cuanto vio que se trataba de una mujer. -Perdona…-le dijo, sudorosa. Los pezones se le marcaban cada vez más. Esa chica era grande, con unos pechos descomunales y una cresta teñida de morado. Llevaba una chaqueta militar y botas con tacos. Su rostro mostraba un absoluto desprecio, quizás por las humillaciones sufridas, pero por lo menos no era uno de esos mandriles-. Es que he creído que eras… Una de las botas de tacos le golpeó la cara. -¡¿Perdona!? ¡¿Quién coño te crees que soy, una de las putas novatas!? Te vas a enterar, zorra. Dime mis datos. -No… no los conozco. -Maialen Ochoa Gutiérrez-explicó, como escupiendo sus apellidos-. Soy de San Sebastián, y estudio Turismo. Más te vale acordarte, zorra española. Ahora, cómeme el ...
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