LA DAMA DE BLANCO - LA DIOSA GATA
Fecha: 07/12/2020,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Tus Relatos
Autor: roberto, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
... sabía si me gustaría. Áster me contestó que quería hablar personalmente conmigo, no le gustaba eso de andar con mensajes, podíamos encontrarnos en algún bar cercano a su casa por ejemplo el bar “Las Rosas”, en el que aunque siempre había turistas, era amplio y cómodo y podíamos hablar tranquilos. Así que la cité el día sábado a18 00 horas que era de sol todavía y algo fresco, aunque el verano se acercaba a pasos agigantados en Buenos Aires y la temperatura comenzaba a subir.
Pero de pronto se me hizo la luz ¡¡Me estaba invitando al Festival de la Luna Llena!! O sea que en principio si no pasaba algo raro sería Áster la mujer que las Diosas destinaron para mí. -- ¡Dios mío entonces nuestra experiencia anterior fallida fue debido a nuestra inexperiencia y desconocimiento y se esperaba en esta vida finalice nuestra historia! --
Como siempre y como era de esperar la cabeza terminó doliéndome horriblemente.-- Ahora sabía que las Diosas me habían elegido hacía mucho tiempo, quizá miles de años, pero no pudimos concretar por alguna causa Kármica desconocida para mí pero me estaban proponiendo una nueva oportunidad, y quedaba en mí aceptar o no. Si aceptaba equilibraría mi Karma y como bono extra recibiría una mujer singular, que tenía todas las virtudes femeninas para hacerme feliz. Quizás para siempre y por siempre en éste y otros mundos. O rechazarla y seguir peregrinando, haciendo mi camino solitario, como hasta ahora. Pero no quise prejuzgar, ni siquiera conocía a ...
... Áster íntimamente, así que creí lógico verla y ver qué ofrecía y así tomaría la decisión más importante de mi vida.
El sábado a la hora convenida yo estaba sentado en una mesa algo apartada de la entrada, cuando vi a “la nueva” Áster que abría la puerta de entrada de cristal y entraba al local. Estaba vestida con una camisa gris algo suelta, sin corpiño, los botones superiores desprendidos que mostraban bastante las tetas pequeñas de pezones parados en punta, pantalón azul de jean de tiro corto que marcaba sus caderas y su lindo culo, zapatos cerrados tacón medio, negros. Su figura era elegante, no muy sensual pero con el “algo” que tienen las mujeres especiales. Sus rasgos eran regulares y sus ojos marrones transmitían mucha dulzura algo así como una niña mujer, pelo estaba estirado con cola, (igual que la otra) y sus labios tenían toque de rojo y colgando de su cuello una cadenita, con una medalla de la Diosa Isthar – Mujer Gato -- completaba su atuendo un sobre donde llevaba sus adminículos.
Me levanté, nos hicimos señas y encontré era algo (no mucho) más alta que yo. Vi claro su aura dorada con chispitas color oro, algo que había notado en otras cófrades. Al llegar me dio un beso en la mejilla y me apretó el brazo, nos saludamos y nos sentamos. Pedimos café nos pusimos a conversar, pensé para mis adentros ¡Dios que bien se está con ella! Pero me mantuve serio y amigable, más serio que perro en bote.
Me dijo -- ¿Cómo estás? -- Un gusto verte, me avergüenza ...