La tía Lilian (par.1) Maestra y hembra me enseñó a disfrutar
Fecha: 13/12/2017,
Categorías:
Incesto
Sexo con Maduras
Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos
... no deja de mirarle el culo y espiar el escote para mirarle las tetas. –otra pausa. Asiento con la cabeza. Puedo comprender que recién llegado, sin más amigas que mi Anabella y con la calentura que debes tener acumulada entiendo que la cercanía despierte tus instintos… (Más solemne sigue): No quisiera que tu calentura pudiera tener consecuencias... un embarazo, no quiero para ella lo mismo que pasé yo: madre soltera. - No… no se… ñora - Dime Lilian. – Lilian, no hubo… no… tuvimos sexo… solo... - Solo qué?, soy una mujer adulta y vos un hombre, hablemos claro, por favor… la verdad nada más. - Bien… ejemm, bueno solo hubo tocadas… -Y?... – Bueno me hizo la paj… me masturbó una vez. - Sé que hubo más de una, y se la diste a chupar? - Bueno, dos o tres veces maso - Bien… te creo. Ahora quiero poner en claro las cosas: Puedo entender tu calentura, tus ganas de tener una mujer… -asiento con la cabeza. – Vos sos hombre y caliente, yo mujer y sin pareja, si eres todo lo discreto que creo puedes tenerme y con eso calmamos tu calentura y la mía, y evitamos que termines embarazando a mi Anabella. Estamos de acuerdo? -Sí, sí, claro. Bueno todo arreglado, mañana la nena va a pasar el día con su padre, podrías venir y conversamos? De pronto todo el cielo se había abierto y estaba viajando de polizonte al paraíso, la emoción me había bajado la libido, aun no podía salir de mi asombro, esa noche hasta me costó conciliar el sueño, aunque me desperté de madrugada agitado y con la pija bien ...
... “al palo”. Llamé a Lilian con una trivial excusa, me dijo puedes venir… Creo que ni tuvo tiempo de cortan al comunicación, que me llegué a su casa, un beso en la mejilla y me dijo que la esperara, que iría a “ponerse cómoda”… - Puedes buscar unas cervezas o quieres algo más fuerte? - Cerveza - En la heladera, busca para los dos. – Puedes destrabar la impresora mientras me cambio? Había reparado la impresora, me quedé sentado en el sillón de respaldo alto, Lilian apareció vistiendo un solero escotadísimo, apoyada contra el marco de la puerta, el trasluz permitía visualizar más que el contorno, casi podía ver las sombras del vello púbico y la sombras de las aréolas de las mamas. Sabía y gozaba con el efecto causado, se inclinó del otro lado del escritorio para alcanzarme la cerveza, bien inclinada de modo que las voluminosas tetas me sustrajeran la mirada, inclina más aún, era como decir: es tuyo… - Wow!!! te has perdido mirando… puedes tocarlas… Tócame!!!! Quiero sentir tus manos aquí. Me permitió sentir la redondez de sus senos, poder llegar hasta colocar la palma bajo el peso de los pezones. Se vino de mi lado, separó un poco el sillón para sentarse frente en el borde del escritorio, tenerla frente de mí, sus piernas entre las mías. Sacando “pecho” de modo que sus opulentas mamas parecieran más opulentas, moviendo el torso para exhibir el balanceo dentro de la sutil tela. Estaba pasmado, alelado y sin saber cómo seguir, embelesado con tremenda mujer que me ofrecía esa belleza ...