La tía Lilian (par.1) Maestra y hembra me enseñó a disfrutar
Fecha: 13/12/2017,
Categorías:
Incesto
Sexo con Maduras
Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos
... voy… - Sí, sí, sí, por favor!!!! lo quiero… Lo quiero… Todo!!! To… Se le cortó la frase, el primer chorro de semen brotó desde lo más recóndito de mi ser, sentí un chorro grueso, intenso, otro y otro y ni sé si hubo más. Hacía más de seis meses que no tenía sexo, la primera de este modo y con esta intensidad. La prolongada demora y las variadas alternancias de esta relación habían elevado la tensión y calentura a niveles irrepetibles. Ella pedía que no me detuviera, que me derramara dentro, que me necesitaba y no sé cuántas otras palabras que adjetivan el momento sublime de este acto que excedía en mucho un polvo convencional, est acto tenía un plus por el momento, por los partícipes, por cómo nos encontraba en el camino de la vida. Pero si has pensado que ya había terminado todo, te equivocas… Había terminado dentro de Lilian, ambos lo vivimos con la intensidad de algo sin par, me retuvo, abrazada con brazos piernas y dientes adherida a su hombre, vivenciando el momento de haberme corrido dentro de ella. Me fui saliendo de ella despacio, tomando unos centímetros de distancia para observar esa conchita que había sido alojamiento de mi verga por un tiempo harto prolongado, se deja estar, tendida sobre el escritorio, las piernas abiertas y flexionadas, espero ver fluir el semen vertido bien dentro. Se levanta un poco para verlo salir, noto que sus movimientos internos son con ese objetivo pero aún no asoma. - Quieres ver el resultado de tu obra, verdad? -asiento. Comienza ...
... a agitar la vulva con sus dedos, metiendo un par y frotando con el resto, nuevamente el rostro comienza a registrar los signos del momento de excitación. Mis dedos se introducen en su vagina para colaborar, somos dos voluntades sumadas para ayudarla en este momento totalmente inesperado, ahora creciendo en intensidad, los gemidos de hembra ardiente vuelven a llenar de erotismo el cuarto. Sin pausa con toda la urgencia de conseguirle ese orgasmo, persistimos en accionar sobre la vagina, agitada se conmueve y tiembla, zarandea alborotada por la emoción de sentir la inminencia de ese gemido ahogado en su garganta, el orgasmo, un final a toda orquesta. Nos quedamos en silencio, los cuerpos brillando de transpiración, agotados por la intensidad de las sensaciones cuyos efectos se reflejan en el cuerpo de los amantes, sudorosos y agotados pero inmensamente felices de lograr este momento de felicidad plena y satisfacción de haber conseguido el orgasmo de su vida. - Ah!... mira… esto es tu lechita amor… Había recogido en su mano los primeros vestigios del semen regado en sus entrañas. Una lamida a su mano para comprobar el semen de su hombre fue el mimo que faltaba. - Luis, ahora podemos tomarnos esa cerveza que olvidamos por disfrutar el sexo… Ese fue el comienzo, el descubrimiento, el inicio de una relación que fue más allá de un simple contacto sexual. Esto fue tan solo el comienzo, aún queda más, y muy sabroso por contar, pero demandaría mucho tiempo de lectura, será en la ...