1. Solo una hembra en celo


    Fecha: 15/12/2017, Categorías: Incesto Sexo con Maduras Autor: Analopez1, Fuente: CuentoRelatos

    ... globos carnosos. Yo era como una perra en celo delante de mi sobrino que me miraba lascivamente sin decir una palabra, tenía el placer de verme depravada ante él, lamiendo un pene tieso y grande. Él aprovechaba para sacar algunas fotos con su cámara fotográfica Las cosas estaban a punto de ponerse calientes, iba a ver a su adorada tía gemir como una puta. Después de haber logrado con mi lengua que su pene adquiriera un tamaño descomunal, me monte sobre él, y con mi mano y lo deposito en la entrada de mi vagina ardiente y mojada, para meterlo por completo en el fondo de mi vientre. Su sexo me llenaba, forzando mi carne para amoldarla a el tamaño de su miembro Su miembro en cada estocada se deslizaba con más facilidad, mi trasero golpeaba sonoramente contra su cintura. El otro joven pasaba su pene erecto entre mis nalgas intentando lubricar mi agujero con un poco de vaselina que le alcanzó mi sobrino. Tomó mis caderas y suavemente ubicó su pene en mi esfínter anal lo introdujo un poco, hizo una pausa y luego, lentamente, continuó con su empuje penetrándome completamente. Y empezó con su movimiento de mete y ...
    ... saca. En esta posición estaba totalmente dominada por el joven que me embestía violentamente. Las olas de placer recorrieron todo mi cuerpo una y otra vez yo estaba en éxtasis Me sentí abrumada con el placer, yo estaba gritando y le imploraba a mis amantes que me llenaran más y más que derramen todo su esperma en mí. Un orgasmo profundo retumbo en todo mi ser, sintiendo las ondas de placer que llegaban de lo más profundo de mi vagina. Finalmente el que me penetraba vaginalmente, explotó dentro de mí, me llenó de su jugo con potentes chorros .Su orgasmo duró mucho tiempo y se quedó dentro de mí, acariciando mis pechos. El otro negro a punto de eyacular, se retiró de mi ano y junto con mi sobrino se pararon frente a mí y se masturbaron hasta bañarme con su esperma toda la cara mi lengua se encargó de unir el semen de esas dos razas y una foto lo inmortalizo para siempre. Yo temblé de placer al verme entregada a la agresión lasciva de dos negros. Mi vagina estaba dilatada por completo. Se podía ver mi clítoris que sobresalía de su hendidura inundada de espeso semen. Seguimos teniendo sexo toda la madrugada. 
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