La casa en la playa 10
Fecha: 17/12/2017,
Categorías:
Gays
Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues
... mal. Mi viejo, medio que se amoscó, y sin mirarme, me retrucó. -Yo te acepté, pero estoy viendo que te cuesta más a vos comprenderme a mi que lo que a mi me cuesta comprenderte a vos- Se levantó de la cama y encaró para la puerta. Entonces fui y lo abracé, él tardó un rato en rodearme con los brazos pero al fin lo hizo y nos quedamos los dos abrazados largo rato, en silencio, mi cabeza sobre su pecho y él acariciándomela despacito. De pronto algo extraño, empecé a sentir sobre mi vientre la pija de mi viejo que se iba parando y cada vez hacía más presión sobre mi panza. Mi viejo me soltó y se sentó rápidamente, pero el jogging es de lo más botón que hay cuando tenés una erección, no cabía duda, a mi viejo se le había puesto dura. Jonathan y Matías estaban petrificados, los dos con los codos en la mesa, la cara entre las manos, sus copitas vacías delante, los ojos como huevo frito y las bocas abiertas de asombro. Ezequiel se sirvió otro poco de Tres Plumas y continuó la historia. Volví a sentarme a su lado. Le pedí disculpas y le pedí también que entendiera que era muy fuerte para cualquiera enterarse de golpe que su padre era gay, que ni me imaginaba que un hombre casado y con hijos pudiera ser puto, que siempre lo había visto tan varonil que ni borracho se me iba a pasar por la imaginación que él lo fuera, pero que yo también lo aceptaba y que en el fondo, hasta me alegraba un poco porque iba a ser más fácil entendernos. Mi viejo me besó en la frente sonriendo y me dijo ...
... que entonces era hora que tuviéramos la famosa charla de hombre a hombre que siempre una vez el padre tiene con su hijo pero que esta iba a ser de padre a hijo pero no de hombre a hombre sino de, bueno, ya me imaginaba. Comenzó entonces una larga charla llena de datos y consejos sobre homosexualidad, bisexualidad, maricas, largos de pija, enfermedades venéreas, formas de cuidarse, lugares discretos, hoteles que aceptan putos, forros, lubricantes, cómo cuidarme el agujerito y todo un largo compendio con lo que "un puto debe saber". A veces mi viejo me ponía una mano sobre la pierna, pero en seguida la retiraba nervioso y la volvía a poner entre sus piernas, para que sus brazos taparan su entrepierna. Estuvimos como una hora charlando de sexo hasta que se incorporó y me dijo que contara con él para lo que quisiera saber y que nunca nunca me olvidara que hetero o gay él me quería de la misma manera. Lo volví a abrazar y de nuevo sentí los cabezazos de su pija dura contra mi vientre, pero ni él ni yo dijimos nada. Me dio un beso en la frente y con un "que descanses" se fue a su dormitorio, que estaba frente al mío. Me metí en la cama, pero tenía la cabeza llena de humo tóxico, no podía dormir ni en pedo. Que mi viejo me haya visto mientras me rompían el culo era muy fuerte, mucho más que si sólo se hubiera enterado. Una cosa es que le confieses a tu viejo que sos puto y otra que tu viejo te vea chillando como una puta mientras un tipo te la está metiendo, no les parece?, -los dos ...