1. La casa en la playa 10


    Fecha: 17/12/2017, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues

    ... Adentro había docenas de revistas de sexo gay a todo color y en todas las posiciones imaginables, varios lubricantes gringos y dos o tres consoladores. Yo no sabía por dónde empezar a mirar, si por las de sexo con negros, las de sexo en grupo, las de solo oral, pero lo que más me excitaba la curiosidad eran los consoladores. No se me había ocurrido la posibilidad que mi viejo se la comiera también. Al fin me animé a preguntarle por los consoladores y me respondió lacónicamente "a veces los uso" Me dijo dónde guardaba la llave y me recomendó mil veces que si sacaba una revista la escondiera a prueba de todo, que nunca la dejara descuidada y que la volviera a guardar enseguida. Le pregunté por los consoladores, me dijo que si quería usarlos que primero los lubricara y que después de usarlo lo lavara bien con mucha agua y jabón, que tuviera mucho cuidado porque si los íbamos a compartir, debíamos protegernos el uno al otro. El resto del día cada uno se dedicó a sus cosas, y se imaginan que ni me acordé de Norbi. Luego de la cena, comencé a ponerme nervioso, pero no le dije nada. Habría sido sólo la locura de una noche? Cuando llegó el momento de irnos a dormir, fuimos juntos a los dormitorios, que en casa están uno frente al otro, con el baño en el medio. Ahí mi viejo se paró, me tomó de los hombros y mirándome fijo me dijo "Eze, lo que pasó anoche fue maravilloso, fue la más bella noche de ...
    ... mi vida, pero sabelo, nunca, nunca, te voy a pedir que lo hagamos de nuevo", yo temblando le contesté "viejo, para mí también lo de anoche fue inmenso, primero tu comprensión y después lo que hicimos, nunca me sentí tan feliz en mi vida como cuando me hiciste tuyo. Pero yo sí quiero, yo necesito volver a sentirte, necesito sentir tu cuerpo dentro del mío y que me regales de nuevo todo lo que me diste anoche". Mi viejo se quedó pensativo. Después me miró serio y me dijo solamente "Está bien". A partir de esa noche me instalé en su cama y esas dos semanas hasta que volvió mi vieja, cada noche me partió el culo, me regaló su semen todas las veces que quise (es un semental tremendo mi viejo) y me dormí abrazado a su cuerpo. Me hizo inmensamente feliz y sellamos una amistad como nunca habíamos tenido. A él le puedo contar mis cositas y él me escucha, a veces se ríe, a veces me reta, a veces se excita y siempre me aconseja. Jony se apuró a preguntarle - Y te sigue cogiendo?- A veces, respondió Eze. - Cuando estoy depre o me siento mal o estoy angustiado, o tengo miedo por algo, lo llamo al laburo, el se pega una escapada y nos vemos en un telo por capital. En esas dos horas me levanta la autoestima y me hace recuperar la confianza, pareciera como que su semen es la mejor medicina. Bueno, ya saben ahora por qué sé tanto de estas cosas, porque tengo un maestro al que quiero como si fuera mi viejo. 
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