La casa en la playa 10
Fecha: 17/12/2017,
Categorías:
Gays
Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues
... primos asintieron-, que mi viejo me comprendiera y me aceptara era algo inmenso, pero que mi viejo fuera puto aún no entraba en mi cabeza. Claro, ahora me cerraba un poco, su buen porte, cómo cuidaba siempre su cuerpo, el futbol con sus amigos a pesar de sus cuarenta largos, la pileta climatizada de Independiente dos veces por semana, lo feliz que venía de sus viajes a Miami (y yo creía que era porque le gustaba la playa, jajaaa). Pero bueno, al menos ya sabía que tenía un compinche en mi viejo y no un enemigo que cuando se enterara me iba a dar una patada en el culo y me iba a rajar de casa. Pero además, y eso me tenía a mal traer, se le había parado!, el roce de mi cuerpo lo había excitado y, francamente, por más frases moralizantes que me repetía, la verdad es que no me había disgustado. Me decía que no, que eso era incesto, que era mi viejo, que me olvidara, que seguro se le paró por los nervios. Pero me venía a la mente el cuerpo de mi viejo, musculoso, velludo, bien puesto por todos lados, aunque ahí me percaté que jamás lo había visto en bolas y eso me excitaba aún más. De nuevo volvía la palabra incesto. Pero la calentura enseguida agregaba razones a mi cerebro. Primero pensé que a mi gata se la cogía un hijo de la primera cría y tenía gatitos. Después pensé que la hermana de mi vieja estaba casada con el primo hermano, lo que provocó un escándalo familiar, pero se casaron igual y mis primos andaban por ahí lo más bien. Después razoné que el tabú del incesto se había ...
... creado para evitar la consanguinidad que podía llevar a hijos malformados, pero que yo nunca iba a quedar embarazado aunque mi viejo me llenara de leche los 30 días del mes. Con esto me convencí que no estaba tan mal que mi viejo se calentara y que yo también me calentara. Ezequiel hizo silencio y se quedó mirando su vaso vacío. Los otros dos al unísono le espetaron un "yyyy?, dale seguí contando". Ezequiel se llenó el vaso, tomó un traguito y siguió. -Claro, pensarlo es fácil, pero animarse, no. Daba vueltas en la cama, cerraba los ojos tratando de dormir, nada, mi deseo me mantenía despierto, y como en una clase de yoga, no podía dejar de ser consciente de mi genitalidad, sentía mi culo, sentía mis bolas, mi pija, no podía olvidarme de esas partes de mi cuerpo, el solo roce de las sábanas en mis pezones ya me ponía nervioso. No sé cuánto tiempo pasó, pero no fue poco, hasta que me grité bastaaaa, me levanté, me quité el slip y completamente desnudo y temblando de nervios encaré para la pieza de mi viejo. Abrí la puerta despacio y sentí su ronquido suave. Mi viejo siempre dormía en pelotas, eso lo sabíamos por mi vieja que siempre lo retaba porque si se tenía que internar por algo, ni siquiera tenía un pijama en el ropero. Estaba durmiendo de costado, al borde casi de la cama, tapado sólo con la sábana. Me arrimé despacito y le levanté la sábana a la altura de su pubis, wow, qué pedazo de verga!, ahí me di cuenta de quien había heredado mi instrumento, pero la de él estaba ...