1. La casa en la playa 10


    Fecha: 17/12/2017, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues

    ... acompañada con unas bolas impresionantes, grandes, peludas. Me arrodillé en el piso y llevé mi cara a su pija, quería sentir su olor. Mmm, qué rico era sentir ese olor a macho!, la agarré con dos deditos y me llevé la cabecita dormida a mi boca, mmmmm, qué gusto delicioso tenía esa pija!, sólo chupaba el glande, dándole lengüetazos como si fuera un helado, tenia al mismo tiempo miedo y deseo que se despertara, pero seguía roncando despacito. De a poco fui animándome más, metiéndome ya decididamente la verga en la boca y subiendo y bajando ese tronco inmenso. De a poco comenzó a reaccionar, a endurecerse, y ensancharse, wow menos mal que soy de boca grande, me olvidé de todo y comencé a chupar lo más a fondo que podía, con los ojos cerrados y olvidado de lo especial de la situación, éramos yo y esa pija lo único que contaba. De pronto sentí la mano de mi viejo que me acariciaba la cabeza, abrí los ojos y lo miré, sin dejar de chupársela: me estaba mirando con una sonrisa dulce y me dijo, vení, Eze, vení. Me hizo lugar a su lado y de costado nos abrazamos, pasó una mano por debajo de mi cabeza y la otra por sobre mi espalda. Recosté mi cabeza sobre su pecho y apretado a su cuerpo sentí su tibieza, me sentía protegido como cuando era chiquito y dormíamos juntos la siesta, entre sus brazos me sentía feliz, cuidado, a salvo de toda maldad. Yo, con un poco de vergüenza, apenas lo besaba despacito en el pecho,-Date vuelta-, me dijo luego de un rato, me volvió a abrazar, pero ahora ...
    ... sentía su verga apoyada en mis nalgas, comenzó a besarme el cuello y la espalda, despacito, con besos chiquitos, suaves, apoyando apenas los labios, yo cerré los ojos y me dediqué a sentir solamente, a recibir los mensajes de mi cuerpo, su mano derecha acariciaba suave mi costado, mi pancita, bajaba a mi verga, subía a mis pezones, pero siempre despacito, acariciando. Se acomodó un poco hasta que pude sentir en mi puertita el calor de su cabeza, mmmm, que momento!. El se tomó la pija con una mano y la comenzó a frotar por mi rajita, comencé a sentir como se mojaba mi culito con su preseminal que se notaba súper abundante. Yo estaba tan caliente que cuando me dio el primer pujoncito no sentí dolor para nada, y miren que la verga de mi viejo es grande sin joda. Ahí paró y continuó con sus caricias, sus besos, sus palabras dulces en mi oído y, casi sin que yo me diera cuenta, me la seguía metiendo un poquito cada vez, yo no sentía dolor, sólo el calor divino de su palo en mí. Yo quería mostrarle que era capaz de bancarme toda su verga, que podía hacerlo gozar más que cualquier otro puto que se hubiera cogido, entonces me animé a decirle, -dale Pa, metémela toda, yo me la banco- y él me respondió con una voz dulcísima; -chiquitín hace rato que la tenés toda adentro-. Sus 25 cm de carne bien gorda estaban dentro mío, no sé cómo hizo, pero no me dolió, en realidad no sé si era él que me la metía o si era mi culo que la chupaba para adentro. Entonces me volcó hasta ponerme boca abajo ...
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