¡Mi hermana, mi mujer, ufff!
Fecha: 10/09/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos
... infinitos juegos que les esperarían a lo largo de aquel verano. Luego, al salir por el resto vi a mi hermana. Había acelerado sus pasos y se echó encima para abrazarme. Olía muy bien como siempre y su pelo parecía algo más ondulado. Hacía meses que no la veía y la echaba enormemente de menos. ¡Dani, estás más delgado! No tonta, tú estás más gordita y te fastidia la diferencia. Serás... Entré perseguido por mi hermana, luego ella vio dentro a Gloria y ambas se fundieron en un abrazo que me pareció que iba a durar eternamente. Tras la comida se levantó nuevamente el calor, ese calor del mediodía que obligaba a parar el ritmo de actividad a sentarse a hablar, a dormir la siesta. Gloria y Ana seguían conversando divertidas, repitiéndose las mil historias que se habían contado por teléfono durante el último año y que ahora, una delante de la otra parecían volverse reales. Los niños también habían caído amodorrados. Ana se levantó de repente. Me los voy a lleva arriba. Les he preparado las camas a todos, pueden dormir juntos como el año pasado en la habitación grande, junto a la de mamá. ¿Te ayudo?- Gloria hizo ademán de levantarse. No hace falta, no tardo nada. ¡Venga, niños arriba, a dormir la siesta! y nada de juegos en la habitación, ¿eh? Lo cierto es que tras estar toda la mañana jugando parecía que estuvieran reservando fuerzas para la tarde. Vimos desaparecer al grupo escaleras arriba y nos servimos otra taza de café. Ahora se respiraba un silencio agradable, que invitaba a ...
... reposar. No teníamos ganas de hablar. Gloria, de hecho parecía estar durmiéndose. Ana nos sacó de ese estado de sopor al volver al salón. Habían empezado a pelearse ya. He tenido que ponerlos en distintas habitaciones. Vuestro hijo está en el cuarto de mamá y el mío en mi habitación, a las niñas las he dejado en el cuarto. Así separados parece que finalmente se han dormido. La verdad es que es fácil dormir aquí Aquí todo es fácil, hija, todo tiene su tiempo, hay apetito a la hora de comer, sueño a la hora de dormir, y ganas de trabajar cuando hay cosas que hacer que es lo que hará tu hermano los próximos días. ¿Has visto que mal cierra la puerta del patio?, y la bomba del pozo se ha roto... ¡Mamá, por favor, que he venido a descansar! Tonterías, hay tiempo para todo en un mes. Yo sólo podré estar veinte días Razón de más para que te espabiles. Todas se rieron, pero la pesadez de la tarde iba extendiendo su manto. Ana bostezó y Gloria había entrecerrado los ojos de manera que no sabía si estaba despierta o dormida. Mi madre tomó de nuevo la iniciativa. Vosotras dos os vais a ir arriba a tu habitación Gloria y de tu marido y os vais a echar la siesta allí o no me seréis de ninguna utilidad esta tarde. Pero mamá... Nada, subid, así recordaréis viejos tiempos, desde que erais niñas habéis dormido juntas allí al mediodía, era el momento que os reservabais para contaros vuestras confidencias y vuestros enormes secretos. Venga. Además tengo cosas que hablar con mi hijo. Las dos se ...