1. La reeducación de Areana (28)


    Fecha: 20/12/2017, Categorías: Dominación Lesbianas Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... casa pidió: -¡A desnudarse, queridas!... ¡Vamos!... y dejen las ropas en el piso, a sus espaldas… Todas obedecieron sintiéndose cada vez más calientes, aunque Margui parecía vacilar y cuando Milena, que no le quitaba los ojos de encima, se dio cuenta fue hacia ella luego de delegar en Marisa el cuidado de las perras. Le habló al oído en voz baja, desde atrás, mientras la retenía pegada a su vientre abrazándola por la cintura: -¿Tenés vergüencita, bebé?... -Mmmhhhh, sí, es muy fuerte esto… -admitió la jovencita en el mismo tono susurrante y agregó: -Gracias por ayudarme… -Es un placer… -dijo Milena mientras bajaba el cierre de la minifalda. -Esta noche te llevo a dormir conmigo… ¿Sí, bebé?... -Sí… Sí, Milena, sí… estoy sintiendo cosas raras… Cosas que me asustan pero que me excitan… -murmuró Margui mientras Milena le quitaba la musculosa e iba por la bombacha. Las restantes invitadas estaban ya desnudas y tocándose, devorando con los ojos a las tres perras. -Es tu fiesta, elegí tu rol… ¿Te desnudás y vas al cìrculo o te quedás conmigo dirigiendo? –preguntó Amalia al oído de Elena, que se estremeció al contacto de esos labios. Respiró hondo y dijo: -Me quedo con vos y dirigimos… -Muy bien, y al término de la noche te llevás a tu casa a la perra que elijas… ¿Vale?... -Mmmmhhhhh, sí, claro que vale, me llevo a Eva… No me voy a cansar nunca de usarla, de humillarla… Siempre la vi como una estúpida y eso me calienta de ella, además del cuerpazo que tiene, claro… -dijo Elena y ...
    ... remató el comentario Con una risita malévola. -Convenido, querida… -acordó Amalia y ambas sellaron el acuerdo con un intenso y prolongado beso en la boca. -¡Marisa, las perras al círculo! –ordenó el Ama y enseguida las tres esclavas estuvieron en el centro de la circunferencia que formaban las ansiosas invitadas. -Queridas… -dijo Amalia dirigiéndose a ellas. –Échense en el piso de espaldas, flexionen las piernas y separen las rodillas… Las invitadas obedecieron rápidamente –muchas de ellas sin dejar de tocarse- y entonces Amalia se metió en el círculo llevando de la mano a Elena y encaró a sus perras: -Óiganme, putas, ahora van a ir de invitada en invitada, primero vos, perra vieja. -dirigiéndose a Eva- Después vos, Areana y por último vos, pendeja atrevida –mencionando de esa forma a Lucía. –y van a poner a trabajar a sus lenguas de perra en esas conchas que esperan ansiosas esas lenguas y seguramente ya muy mojadas… ¡Vamos, muévanse! –ordenó y de inmediato le indicó a Milena que siguiera el desplazamiento de las esclavas rebenque en mano y que les diera un buen azote a la menor vacilación. Ella, por su parte, se encargaría de ir vigilando que ninguna de las invitadas alcanzara demasiado pronto el orgasmo. -Sí, Ama… -murmuró Eva antes de empezar a desplazarse hacia Marta, que era la que tenía más cerca. Una vez entre las piernas de la librera fue acercando su rostro hasta la distancia adecuada y se puso a lamer al par que con los codos apoyados en el piso entreabría los labios ...
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