Primitas putitas
Fecha: 28/12/2017,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos
... puta de tu prima eh, y hoy te quiero ver coger como a una guacha salvaje nenita! Me re calentaba cuando me pasaba la lengua por la nuca, cuando lamía mi ombligo o cada vez que arengaba a los pibes para que se pajeen mirando mis tetas. No tardamos nada en permanecer largo rato, en cuclillas entre las piernas de esos pijones, especialmente Marcos. Nos alternábamos las pijas, les pedíamos pellizcos en la cola, hacíamos más ruido entre nuestra saliva y las pieles de sus penes venosos para apurarles el primer polvo, y lo logramos. Yo me tragué la de Esteban, y Caro la de David que no paraba de oler mi diminuto corpiño apenas me lo quité. El otro acabó en el short de Caro mientras le amasaba la tripa con su culito bailantero. Apenas las dos quedamos en bombacha, sus aullidos de placer nos convensieron de que había más. Cuando Marcos me dijo: ¡vení gorda putita, chupamelá!, me le acerqué, escupí todo mi corpiño y se lo enjuagué en la pija, en ese monumento perfecto con la cabecita roja, hinchada y afiebrada. Se la mamé, lo pajeé contra mis tetas y se las hacía lamer, hasta que al fin me agarró de las axilas y me sentó en su falda calzando com precisión su pito en la entrada de mi conchita, sin sacarme la tanga. No entró fácil por su grosor, pero una vez que me atravesó no podía parar de cabalgarlo furiosa, tal vez porque lo de gorda me molestó un poco. Soy rellenita pero no para tanto. A mi lado Caro estaba en 4 con los codos en una mesa ratona peteando a Esteban, mientras David le ...
... rozaba el culo con su pija. Se lo olía, le subía y bajaba la tanga, le besaba la espalda, y pronto se la clavaba de a poco en la concha, todo sin hablar. Muy distinta a mí que me reía de todo, porque las cochinadas que decía Marcos me tentaban. ¡cuando te haga la cola te voy a sacar hasta los pedos del fin de semana loquita, y te voy a hacer mear como a las fanáticas de Luis Miguel!, me decía mientras no paraba de coger y coger. Ahora Caro peteaba a los dos, y Marcos se entretenía pajeándose contra el agujero de su culo bien paradito, y yo me pajeaba solita. Hasta que Marcos me aprisionó en sus brazos boca abajo en el sillón y arrancó un mete y saque veloz en mi vagina sedienta, a la vez que mi boca se ocupaba de la pija de David, que había logrado impregnarse del aroma de mi prima, y eso me quemaba la cabeza. Caro y Esteban, creo que solo miraban, porque no podía verlos, y no los escuchaba gozar. Enseguida noté que los chorros de semen caliente descendían por el hueco de mi sexo y la pija de Marcos perdía fuerza pero jamás su erección, y fue entonces cuando Esteban me hizo upita, me paseó por todo el patio y volvimos a entrar al living, donde él mientras me la metía por el culo sentados en la mesa ratona, Caro calmaba su sed comiéndome la conchita llena de restos de Marcos, y ambas pajeábamos a David que le nubló la vista cuando le acabó en la cara. Luego, mientras Esteban seguía punzando en mi cola, Marcos la calzó sin miramientos en mi conchita al tiempo que ella le lamía ...