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Seducida por un maduro (yo 18 años)
Fecha: 01/01/2018, Categorías: Sexo con Maduras Confesiones Autor: Ale20, Fuente: CuentoRelatos
... Cuando regresé él ya había servido dos copas de vino y me ofreció una. Nos fuimos a la cama y las tomamos mientras no relajábamos. ¿REMORDIMIENTO? Pasaron 20 minutos después de tomar el vino mientras charlábamos relajadamente cuando él se fue encima de mi otra vez. Me manoseaba las tetas mientras nos besábamos apasionadamente. Sentí que su verga nuevamente estaba erecta y pensé: “aquí viene el segundo round”. Abrí las piernas y se las subí a la espalda para que pudiera penetrarme fácilmente. Sentí como se abría camino en mi vagina y me penetró profundamente. Esta vez estábamos haciendo el amor de una forma no tan enérgica, más bien pasional. Todo era más lento, disfrutando cada sensación que hacia cada centímetro cuadrado de su verga dentro de mi panocha. En momentos me la dejaba ahí adentro sin hacer ningún movimiento mientras nos besábamos de lengua apasionadamente. Luego la sacaba y la volvía a meter lentamente. La verdad estábamos cogiendo muy rico. Lo estábamos disfrutando cuando su celular comenzó a sonar y lo ignoró. Sonó otra vez e hizo caso omiso. A la tercera llamada me dijo: “espera, discúlpame”. Le contesté: “está bien, no te preocupes”. No podía enojarme, esa tarde ya me había dado mucho placer. Me senté en el respaldo de la cama y lo observe. Pensé por un rato que estaba loca, que como me le había entregado a ese viejo que bien podía ser mi papá. Me comencé a arrepentir y me decía a mí misma que era una calenturienta sin remedio. Además me reprochaba como es ...
... que me había dejado meterla sin condón y peor aún dejar que se viniera dentro de mí. Ahí estaba yo sentada con su esperma en mi interior. Esa noche tendría que tomarme la pastilla del día después. Todos esos arrepentimientos, frustraciones y reproches los pensaba mientras lo veía hablando por teléfono. Y a la vez pensaba que a pesar de todo eso tenía una verga exquisita y me había dado placer como hace no mucho sentía. Colgó su teléfono y yo ya no quería que regresara a mí. Ya no quería seguir cogiendo con él. Colgó y con una mueca en la cara dijo: “puta madre” en un tono disgustado. Me miró y me dijo: “lo siento mucho princesita, tenemos que irnos”. Ufff que buena noticia recibí. Le dije que estaba bien que igual yo tenía que llegar a casa. Me dijo: “voy a bañarme, no te invito porque si entramos los dos seguro que no la seguimos cogiendo y tengo prisa”. “No te preocupes” dije con una cara de satisfacción. Después de él entré yo a bañarme rápidamente. Nos vestimos y salimos del hotel. DETERMINACIÓN Abordamos su camioneta y comenzó a decirme que la había pasado genial, que era una mujer muy hermosa y muy entregada. Que tenía las mejores nalgas que había probado y que mi piel blanca era deliciosa. Que mis senos aunque medianos son exquisitos. Que la mamaba sabroso y que mi vagina es una cosa que puede volver loco a cualquier hombre. Puros halagos. A todo le respondía “gracias” y le decía que la había pasado muy bien y que me había dado mucho placer. Me dijo que esto tenía que ...