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Historias de oficina (21)
Fecha: 03/01/2018, Categorías: Hetero Autor: Danuss, Fuente: CuentoRelatos
... tarjeta y arrojándola sobre su pequeña mesa de luz. El oficial se quedó mirándola durante unos segundos antes de dar media vuelta para encontrarse con nosotros. —Disculpen caballeros, pero la Srta. Simmons tiene visitas personales –anuncio el doctor. Michael se adelantó sin darle tiempo a nadie, con un simple –Hola hermosa –sujeto el rostro de Eva entre sus manos dándole un beso a la vista de todos. La besaba mordiendo sus labios e incluso llego a manosear una de sus nalgas convenciendo a todos en la habitación que de inmediato comenzaron a retirarse. Por un momento me sentí como el único idiota que no conocía la verdad de esta relación, pero todo se vino abajo en el momento que Eva noto que habíamos quedado solos se separó mostrándose sonriente antes de dar un fuerte rodillazo en la entrepierna de mi atrevido socio, aunque Michael apenas pareció notarlo, Eva movió la cabeza de lado esperando unos pocos segundos antes de ir a su baño privado. —¡Ahhgg! –Exclamo mientras caída de rodillas– ¡Que hija de puta! —Menos mal –dije sonriendo– ya comenzaba a pensar que eras una especie de súper hombre inmune a cualquier dolor. —Me alegro de poder calmar tus preocupaciones –respondió– Ahh… realmente no era así como lo imagine. —Supuse que tu entrenamiento te había preparado para resistir cualquier dolor. —Así fue… pero no me esperaba esto, no tuve ni siquiera tiempo para prepararme…solo la miraba sonreírme —La puerta… ahí viene. Michael se levantó de inmediato sonriendo como siempre. ...
... Eva lo observaba mordiendo ambos labios ocultando su sonrisa. —¿Estás bien? –Pregunto al fin la amiga de mi bella durmiente– creo que me excedí en mi castigo. —Estoy perfecto, no te preocupes –respondió mostrándose altanero y desafiante. —Me alegro mucho, si vuelves a hacer algo como eso te hare castrar con un cuchillo oxidado –amenazo con su ceño fruncido. —Podría valer la pena –contrataco él Los dos se observaron un momento manteniendo cada uno su mirada firme en el otro. Por un lado, la mirada de furia de Eva y del otro la mirada totalmente tranquila de mi nuevo amigo. —Eva no tenemos tiempo –comencé diciendo– ni de explicarte quien es él ni de perder el tiempo. —Yo sé quién es él… eres Michael ¿verdad? –Ambos nos quedamos cayados ninguno de los dos esperaba esa respuesta. —Si –respondió él rompiendo el silencio que dominaba la habitación– ¿Cómo lo sabes? —De actitud arrogante, confianzudo, buen mozo, sonrisa hipócrita y provocativa. Mariza te describe como una mezcla entre un demente muy peligroso y un inocente atormentado por el peso de sus recuerdos ¿Cual eres realmente? —Supongo que un poco de ambos –respondió luego de pensarlo Eva sonrió mordiendo una vez más ambos labios. —Sea lo que sea que hayan venido a buscar es inútil, ya se lo dije todo a la policía. Entraron muy rápido, me golpearon contra una dura puerta… cuando desperté estaba internada en este hospital. —¿No hay nada más que recuerdes? –Interrogo nuevamente mi compañero– Algún acento en particular, tatuajes, ...