Historias de oficina (21)
Fecha: 03/01/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Danuss, Fuente: CuentoRelatos
... cicatrices, heridas… ¿algo? —No, lo siento. Ya le expliqué a la policía, hombres grandes, corte militar, entrenados… nada más –respondió con tristeza. —¿El edificio no tiene cámaras de seguridad? –pregunte —Creo que si, realmente no lo sé, de estar tendrían que estar en la recepción. —Andando –ordene, aunque Michael se quedó unos segundos perdido mirando a la encantadora amiga de mi bella durmiente– ¡Michael! —Si… vámonos –respondió finalmente No dirigimos directamente al edificio de Eva, pero al llegar nos dimos cuenta de que la policía científica todavía estaba en el lugar, el área estaba cercada y no dejaban que nadie se acerque ni siquiera un poco, supuse que por la fuerte presencia de los medios. —¿Que hacemos ahora? –pregunte a Michael. —Quédate acá, entrare por otro lado ¿Puedes crear una distracción? —Seguro –respondí inmediatamente Michael se bajó del auto mezclándose entre la gente por mi parte debía crear una distracción, eso era algo relativamente fácil, avancé un poco más hacia el edificio de Eva y me mostré públicamente. Los medios prácticamente se abalanzaron sobre mí, micrófonos, cámaras, flashes, preguntas y más preguntas, toda la atención era mía. Discutí con cada oficial que se puso enfrente de mí, pidiendo poder entrar para buscar algunas cosas del departamento de la nueva CEO de mi ex compañía, pero los policías no me dejaban entrar, se despertó la curiosidad de ¿Qué buscaba? Aunque yo solamente decía –Algo que le di antes de este hecho, cosas de la ...
... industria. Déjenme pasar –ignoro el tiempo que discutí como si fuera un idiota, era perfectamente obvio que no me dejarían pasar y menos aún con los medios ahí. Mi teléfono comenzó a sonar. —Vask –atendí de forma profesional. —Tengo lo que buscábamos un número de patente y un rostro. —¿Ya está entonces? Me hiciste venir de gusto Eva —Si ya está, las cámaras son una mierda, pero lo tenemos. Anda a tu casa y nos vemos ahí. —Ok, voy para el hospital y hablamos ahí. Colgué disculpándome públicamente, di unas sonrisas dándome la mano con todos los policías y me dirigí a toda velocidad a la mansión Vask. El tiempo pasó y paso, pero mi socio nunca llego. Llamé tantas veces como pude sin obtener nada, decidí que lo mejor sería acostarme y recuperar fuerzas para estar listo ante cualquier imprevisto. Paso todo un día para que Michael volviera a aparecer por mi casa. Las investigaciones que lleva de la mano Michael habían dado sus frutos, la información recopilada había conseguido darnos un nombre, Emilio Cisneros alias “EL TUCO”. Nuestra hipótesis era que debido a la facilidad con que logramos llegar con él, era imposible que tanto las autoridades como los políticos responsables no tuvieran conocimiento de sus acciones. Si bien mi primera idea fue una negociación, fue descartada sin ninguna contemplación por mi nuevo socio. Habíamos rastreado a uno de los autos que se había llevado a mariza por lo que sin medir consecuencias fuimos a buscarlos. Los hombres de Michael muy por el contrario ...