Historias de oficina (21)
Fecha: 03/01/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Danuss, Fuente: CuentoRelatos
... quieras decirnos ¿Recordaste algo? El sujeto volvió a escupir su rostro una vez más –conéctenlo– se escuchó. Tras varios intentos la verdad salió a la luz, en forma de mocos y lagrimas —¡No, por favor! Ni siquiera la toque ¡Les juro que no la toque! –Confeso llorando Al mirarlo más detenidamente me di cuenta de que se había orinado encima por lo que mi presentimiento si era cierto, era un gordo inmundo. —Necesitamos que hables –dije de mala gana. —No se… vas a hacer que me maten. —¿Que piensas que va a pasarte si no comienzas a hablar? Queremos respuestas –demande. —No las tengo, no sé nada –vio como el soldado de Michael estaba por conectar nuevamente el cable lo que lo altero nuevamente– ¡No, por favor ya no! No sé nada de verdad, solo la lleve al punto de encuentro nada más ¡Les juro que nada más! No sé nada más… por favor tengo una bebita –volvió a largarse a llorar frente a todos nosotros. —Tuco –comenzó diciendo Michael– ¿Si vieras una foto podrías reconocer a quien te encargo el trabajo? —Eso creo –respondió Michael busco en su celular hasta que por fin mostrándosela volvió a preguntar. —¿Ella fue? –dijo mostrando una foto de Sara. —¡SI! Fue ella, me pago para que la lleve nada más, no la toque… solo la lleve —¿Dónde la llevaste? —Uruguay, la entregue en la ciudad de Fray Bentos. —¿Qué más sabes? Tuco, se abrió completamente dándonos no solo nombres de colaboradores de Sara sino direcciones de los distintos prostíbulos que administraba por todo Uruguay, tome el ...
... recaudo de grabar hasta la última palabra que conseguimos sacarle, por lo que esa valiosa información no caería en el olvido. —Bien terminamos acá –dijo Michael– volvemos a la base —¿Qué hacemos con este hombre señor? –pregunto uno de los soldados —Fusílenlo. —¡No, por favor… les dije todo lo que sabía! —Esperen –dije interviniendo. Todos se dieron vuelta hacia mi observando atentamente– vamos a entregarlo a Agostina, posiblemente ella podría sacarle más información de la que hemos conseguido acá. —Agostina no podrá hacer lo que hicimos nosotros –explico Michael —De igual manera, este hombre merece un juicio justo. —¿Por qué? –pregunto —Porque Mariza me dijo que deseaba estar con un hombre que no recurra a la violencia para arreglar los problemas. —Bien –acepto Michael– pero ninguno de mis hombres te prestara una línea segura. —No la necesito voy a busca mi teléfono y la llamo yo mismo. Solo pude dar unos pasos en dirección a la salida de aquel antes de escuchar claramente un chasquido y seguido a eso un único disparo, al darme vuelta vi a un soldado bajando su arma y a Tuco en un charco de sangre. Mi vista se fijó sobre Michael. —¿Que? –Pregunto sonriente– vos dijiste que quería estar con alguien que no resolviera las cosas con violencia. Bien… Él no tiene nada que ver con Mariza, no estas fallando a su petición. En fin, imagine que así debían ser las cosas, debimos ponernos en movimiento inmediatamente. Habíamos dejado de dar puñetazos en la oscuridad, no dirigíamos a Uruguay y a ...