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La Cala
Fecha: 13/01/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... con paso calmado.Al aproximarnos al borde, Mavi sugirió:- Exploremos esta pequeña selva. Quizá encontremos un Tarzán - añadió bromeando.Entramos apartando poco a poco los matorrales con las manos, hasta que aburridas dejamos de ir apartándolos a nuestro paso para continuar avanzando entre ellos y sobre ellos. Una vez más los sentidos empezaron a jugar con nosotras y el roce de nuestros cuerpos con las hojas y las ramas pasó a convertirse en una sesión de rítmicas caricias. Las dos teníamos nuestros ojos entre abiertos lo justo para poder ver por donde íbamos, ya que deseábamos concentrarnos en sentir esas caricias hasta que yo ya no podía aguantar más. Necesitaba una intervención directa y recostándome sobre una zona en la que no había maleza le dije a Mavi:- Oye, ya no puedo aguantarlo más. ...No fue necesario añadir ni una sola palabra más. Enseguida Mavi captó mis necesidades, que también eran las suyas y se reclinó sobre mí dejando su rajita al alcance de mi boca al tiempo que con la suya empezaba a besarme por el vientre afeitado... Por cómo me había mirado y los comentarios que tanto ella como Meritxell hicieron la noche anterior sabía que estaba loca por catarla. Así que sin demasiados preliminares, me abrió de piernas con sus manos y introdujo su pequeña lengua entre mis labios del placer... Ciertamente estaba haciendo honor a que más vale algo pequeño y juguetón que... Yo tuve que esperar unos segundos hasta que mi cuerpo pudo reaccionar a ese placer antes de poder ...
... concentrarme en mi tarea. Con mis manos hice lo propio, pero con la desventaja de tener que despejar el poco pelo que le que le habían dejado en el conejito hasta que pude verlo con claridad. Su clítoris desde luego no se correspondía con las proporciones del resto de su cuerpo ya que casi sobresalía de sus labios. Con tal visibilidad no era difícil acertar a la primera así que la punta de mi lengua hizo blanco al primer intento y su reacción fue inmediata. Dejó su trabajo y levantó la cabeza hacia atrás. Se disponía a disfrutar aunque fuera de unos segundos de placer, pero no le dí respiro... una y otra vez, mi lengua se paseaba por toda su humedad que ya casi me goteaba en la cara y cada movimiento de mi lengua tenía una correspondencia en ella: se estremecía, intentaba enconjerse de piernas unas veces, aunque las más se iba abriendo cada vez más provocándome casi asfixia, ya que se había agachado tanto que apenas podía respirar. Ella ya me había dejado porque claramente no podía atender a las dos cosas al mismo tiempo. A mi no me importó porque entendía que era ahora mi turno de ofrecer placer.Quise dejarla un poco de tiempo para disfrutar de la tensión acumulada y me concentré en el interior de sus muslos. Primero con pequeños besos y mordiscos para pasar después a recorrerlos muy lentamente con la punta de mi lengua. Hizo efecto ya que noté como se relajaba ... ese fue el momento escogido para ir al remate final y nuevamente con la punta de mi lengua empecé un ejercicio ...