1. Confidencias 14 Rubén me folla como la primera vez


    Fecha: 17/01/2018, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    ... dormirme hasta que Tomás entró en la habitación, le vi al lado de una ventana, recogiendo alguna ropa. -¿Qué hora es Tomás? -Las once, Damián ha regresado de llevar al señor. Me levanté y sentí un pequeño dolor en el ano, aún estaba algo resentido de las vibraciones de aquel aparato que tanto disfruté. Cogí mi móvil y llamé a Rubén. Pablo y Erico habían ido al entrenamiento y no volverían hasta la hora de la comida, le pedí que viniera a hacerme compañía y creo que dio un salto de alegría por su voz, parecía que estaba encantado y vendría en una hora. -Espera, espera, no seas impaciente. Luego le hable a Tomás. -¿Puede ir Damián a recoger a mi primo para que le traiga a comer conmigo? Dejó de moverse y me miró con detenimiento antes de contestar, como pensando lo que le estaba pidiendo. -Por descontado, se hará como deseé. No sé por qué pensé que estaba abusando demasiado. -Rubén, van a pasar a recogerte y luego te quedarás a comer… No me dejó continuar. -He escuchado lo que hablabas, le pediré permiso a mi madre, papá ha ido con los chicos al entrenamiento. Cortamos la comunicación y terminé de levantarme de la cama, iba para el cuarto de baño seguido por la mirada de Tomás que volvió a hablar. -Voy a dar el encargo a Damián. -Espera un momento Tomás, verás, no quiero alterar las costumbres que tengáis en esta casa y si hay algo que te parezca mal puedes decírmelo, yo no sé cómo se funciona aquí. -La casa es suya y puede ordenar lo que quiera que se haga. La respuesta ...
    ... era cortante pero la dulcificaba el gesto sonriente y amable de su cara, se lo agradecí con una tierna sonrisa y ya totalmente desnudo entré en el baño. Me lavé la boca y me vestí con un pantalón de deporte, estaba acostumbrándome a permanecer desnudo delante de Tomás como si fuera lo más natural del mundo, imitando a Eduardo. Había vuelto de dar el encargo y me iba entregando la ropa para que me vistiera. En la cocina estaba la cocinera con su asistenta oriental, enseguida se movieron para colocarme un pequeño mantel en el comedor anexo, después de saludarlas las observaba en su trabajo, una muy tranquila, la mayor, y la jovencita nerviosa y atropellada, la sonreí para que se calmara. Las madalenas estaban muy ricas y me atreví a comer dos. -El señor Tomás me ha dicho que tendrá invitados para comer, ¿desea algo especial? Me cogió de sorpresa la pregunta, no estoy acostumbrado a decir lo que quiero comer excepto en el menú del colegio. -Lo que tengan por costumbre será suficiente, vendrá solo un primo mío. La señora puso de cara de: “¡Ah!, qué bien”. Terminado el desayuno me entretuve mirando alguna de las habitaciones por las que pasaba, los grandes salones de la entrada principal con los gigantescos cuadros colgados que sobrecogían por su belleza, la escalera de cuerno de cabra, combinando el blanco de los barrotes con el color caoba de la barandilla, y ascendía hasta la balaustrada que rodeaba una pared del salón principal. Nunca había subido a la planta superior o no lo ...
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