Estreno anal de mi amiga Esmeralda, de 16 años
Fecha: 20/01/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: EsteMex, Fuente: SexoSinTabues
... ya mi erección, terminamos la tarea y comí con ella antes de volver a mi casa, ya entrada la noche. Fue muy agradable pasar así el día con ella, y a partir de ese día pude sentir que algo cambió entre nosotros. Ella me trataba con más familiaridad, nuestro contacto se volvió más físico: me saludaba de beso en la mejilla, me abrazaba mucho, me tomaba del brazo cuando caminábamos juntos, se sentaba junto a mi en clases y me buscaba durante los descansos para comer conmigo. La gente empezaba a hablar, sugiriendo que había algo entre Esme y yo; ambos lo negábamos de buen humor, pero ella no hacía nada para evitar que hablaran, y a mi honestamente no me molestaba en absoluto que me emparejaran con una mujer con atributos de ese calibre. Era la envidia de muchos de mis amigos por mi cercanía con ella. Y entonces, un buen día sucedió. Se acercaba ya el fin del semestre y tuvimos una ventana de días ligeros entre semanas de tareas y exámenes. Uno de esos días Esme se acercó a mi a la hora de salida, tomándome del brazo y plantándome un beso en la mejilla, un poco cerca de los labios. -Oye, Esteban, ¿y si vas a mi casa hoy? -¿Me invitas? -Ajá -sonrió-, quiero repasar unas cosas de mate. ¿Me puedes ayudar con eso? -Pues la verdad yo para las matemáticas soy malísimo. -No importa. Los dos aprendemos entonces -me dijo, sin perder la sonrisa, en la que ahora creí percibir cierta malicia. Fuimos hasta su casa por el mismo camino que la vez anterior. Abrió la puerta y pasé, viendo la sala ...
... igual de vacía que la última vez. -¿Y tu mamá? -Ah, está de viaje, se fue con mi hermana a visitar familia en otra ciudad. -¿Y está bien si vengo de todos modos así? -No se van a dar cuenta -me dijo, guiñándome un ojo-. Ven, vamos a buscar algo para comer. -¿No íbamos a estudiar? -dije, soltando la mochila en el suelo y yendo hacia ella. -Por supuesto que no. Hoy descansamos -dijo. Al final nos decidimos por unas frituras y cosas similares. Llenamos un tazón y nos sentamos a comer, conversando sobre la escuela y nuestros compañeros, bromeando y riendo, criticando maestros, cosas de adolescentes. De pronto, Esme se puso de pie y entró a un pequeño almacén detrás de la cocina. Regresó con una botella de tequila en las manos. -Hay que estrenar esta cosa. Saca la soda de toronja del refrigerador. -¿Y eso de dónde lo sacaste, enana? -Lo compré yo. -Ajá, como si le vendieran a menores de edad. -Una mirada bonita al de la tienda y me lo vendió sin discutir -me dijo con complicidad. Añadimos el tequila con refresco al menú; me regalé una buena carcajada con las caras que ponía ella al probarlo, y yo, aunque ya había bebido antes, no quise arriesgarme mucho y sólo tomé algunos vasos. -Vamos arriba -me dijo ella, un poco más suelta por el alcohol; se veía linda ese día, con un toque de delineador negro en los ojos y el cabello recogido en una cola de caballo-. Ponemos una película o algo. -Va. Subimos las escaleras, riendo al ver que ella tambaleaba un poco al subir, y entramos a su ...