Estreno anal de mi amiga Esmeralda, de 16 años
Fecha: 20/01/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: EsteMex, Fuente: SexoSinTabues
... pezoncitos, tiernos y oscuritos. -Ahora te toca a ti -me dijo, poniéndose de rodillas frente a mi. Yo arrojé mi camisa a un lado y miré mientras Esme bajaba mis bóxers despacio, descubriendo lentamente cada centímetro de mi verga. No era de un tamaño demasiado descomunal, pero tenía en ese entonces un poco más de 16cm de largo y era bastante gruesa. -Qué guardadito te lo tenías, Esteban. Rodeó la base con su pequeña mano y empezó a subir y bajar, masturbándome de forma espectacular. Eché la cabeza hacia atrás y suspiré, dejándome llevar por el placer. -¿Te gusta? -Me encanta. Incrementó la intensidad de sus movimientos, apretando un poco más su mano. Acaricié su cabeza suavemente y fijé la vista en sus gruesos labios sonrientes. -Quieres que la chupe, ¿verdad? -¿Tú qué crees? -Nunca lo he hecho antes. -¿Me vas a decir que eres virgen, enanita? No te lo voy a creer. -Hace años que no lo soy -me dijo con voz orgullosa-. Lo hice varias veces con un ex. -¿Y nunca te pidió que se la chuparas? -Lo hizo pero nunca acepté. Me daba asco. -¿Asco? -Ajá. Pero la tuya está más grande y se ve más linda, ¿sabes? Hasta se me antoja probarla... -susurró mirándola mientras acercaba lentamente su cara. La miró de cerca, recorriéndola de arriba a abajo con la vista, masturbándome todavía. Retiró su mano y bajó la cabeza un poco más, posando su lengua sobre la base y subiendo hasta la punta. Se sentía suave y calientita. -Pues tan mal no está -me sonrió. -Pruebala más, para que te convenzas. La ...
... lamió así unas cuantas veces más, y entonces le dio unos lengüetazos a la cabeza y la rodeó con sus labios, chupándola con delicadeza. Tenía razón antes; esos suaves y gruesos labios se veían más que perfectos con mi verga adentro de ellos. Empezó a tomar más confianza y a meterse más carne dentro de la boca, chupando de forma inexperta y alternando entre chuparla y lamerla. Se notaba que era principiante y me lastimaba un poco con los dientes, pero yo no me quejaba; cualquier mamada se siente bien, y esta era Esmeralda, la chica con quien hacía cinco años que fantaseaba, comiéndose mi verga. La pura idea era suficiente para sentirla como la mejor mamada de mi vida. Después de un rato se la sacó de la boca y la empezó a masturbar con su mano otra vez. -Ahora quiero probar esto -dijo, bajando más su cabeza. Empezó a lamer mis bolas mientras me masturbaba; eso sí lo hacía de maravilla. La sensación de su lengua recorriendo mis testículos y su mano en mi verga me estaba haciendo casi alucinar, y tuve que detenerla después de un rato. -Me vas a hacer terminar haciéndolo así de bien, Esmeraldita -le dije, deteniendo su mano y apartando su cabeza con mi mano-. Ahora me toca comer a mi. -¿Y qué se le antoja al caballero? -me dijo susurrando con voz sensual. Le hice una seña de que se pusiera de pie y la recosté boca arriba, poniendo su culo al nivel de la orilla de la cama, de modo que pudiera ponerme de rodillas en el suelo para comerme su cosita. Me arrodillé y separé sus piernas. ...