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Jenny
Fecha: 22/01/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... culeaba con desesperación y ella me respondía casi a gritos: "¡ASI!... ¡MÉTEMELO!... ¡DA-ME BICHO!... ¡DA-ME BICHO!... ¡¡¡PAPI!!!... ¡DAME BICHO!..¡ME ESTOY VINIENDO!... ¡CARAJO!... ¡¡¡QUÉ GUSTO!!!... ¡PAPI!... ¡QUÉ GUSTOOOO!... ¡ME ESTOY VINIENDOOOO!... ¡PARA TIII!... SOY TUYA, PAPI, SOY TUYA... ¡GÓZAMEEEE!... ¡DAME LECHE!... ¡DAME LECHE!... ¡DAME TU LECHE!... ¡AY, PAPI!... ¡DÁ-ME-LA!.... ¡ASI... ASIII!... Entre cada frase mi leche se disparaba dentro de ella y ya en la cima de mi orgasmo la penetré bien adentro y totalmente rígido tan sólo sentía las convulsiones de mi bicho y las contracciones de su vagina que apretaban mi dura verga con sus espasmos. Ella se abrazaba a mí y ya calmándose me decía al oído suavemente: "Así, mi amor... así... vente para mí... dame tu leche... así... quédate aquí... dentro de mí... ¡te amo tanto!... te quiero mucho..." sentía las contracciones de su vagina más levemente y sus palabras de amor tan tranquilizadoras mientras una debilidad se operaba de nosotros y nos quedamos así unidos, no sé por cuánto tiempo. Tan sólo nos separamos cuando mi erección se aflojó totalmente y sus jugos y mi leche se deslizaban de ella en las sábanas y sentíamos la frialdad de nuestro sudor. Me dejé caer al lado de ella y la tomé en mis brazos. En muchas ocasiones era costumbre de ella, en este momento, desprenderse de mí y levantarse para ir al baño. Sentarse en la bacineta abiertamente y dejar que mi leche y sus jugos salieran de ella y secarse un poco. A ...
... veces la oía mear escandalosamente y después de secarse corría a mis brazos a descansar. Esta vez fue diferente. No le importaba que le escurriera entre los muslos y mojaran las sábanas. Ella tira su muslo sobre mi ya relajado y mojado pene y jala las sabanas para cubrirnos. "Te quiero tanto, mi amor" me decía. "Nena, para mi no puede haber mujer más gustosa y sensual que tú. Hacer el amor contigo es un sueño. Te amo con locura. Me muero por tenerte en mis brazos siempre. Eres toda mía..." Y así nos hundimos en una calma que nos dejo dormidos por un par de horas. Nos despertamos sobresaltados y la casa estaba a oscuras. Nos dimos cuenta de lo que habíamos hecho y nos abrazamos nuevamente. El olor a sexo y sudor nuestro estaba en el aire. Nos besamos suavemente sin poder evitar el jugueteo de nuestras lenguas. Mi bicho se entumeció en su muslo y ella me dice: "Papi, no pensaras continuar ahora. La chocha me duele de tanto roce y estoy medio muerta de hambre" "Nena, es una reacción involuntaria. No creo que pueda mantenerme duro y yo también estoy hambriento" le dije mientras le besaba la nariz. Se echó a reír y me dijo: " Vamos a bañarnos y salimos a comer algo, ¿ok?" Estuve de acuerdo y nos fuimos a la ducha. Allí nos enjabonamos uno al otro y nos provocamos nuevamente. Ella lavaba mi pene medio erecto y jugaba con las bolas. Se reía al ver el efecto que me producían sus caricias y cuando yo le lavaba entre sus nalgas y su peluda chocha ella se culeaba mi mano lentamente. ...