1. Jenny


    Fecha: 22/01/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... pero no me importa!" contestaba. Le mamaba los labios, separando sus pendejos... le metía la lengua como si fuera mi bicho y ella me culeaba la cara con insistencia. Después de joder así un rato le besaba el clítoris y ella casi se salía de control. Tiene un clítoris muy sensitivo y cuando la chupaba lo hacia levemente y con amor. Así ella se mantenía cerca sin venirse. Esta vez le mamé el clítoris un poco más y ella me separa con la mano diciendo abruptamente: "¡PARA... PARA... no me hagas venir aún!..." me pidió suplicante. Seguí besando sus labios y bebiendo sus copiosos jugos. Mientras le acariciaba el culo con el índice y hacía presión en la entrada. Ella le gustaba esto un poco pero sin penetrarla mucho. No es de las mujeres que le gusta el sexo anal y a mí no me interesaba. Lo tratamos una vez y yo me vine al penetrarla y ella ni pensarlo una vez más, lo encontró muy doloroso y perdió su curiosidad. Sin embargo que la penetrara suavemente con el dedo justo en la entrada era suficiente para ella casi venirse si lo hacía cuando estaba cerca de su orgasmo. Lo hice un poco y la sentí responder a mi caricia. "Vamos a venirnos juntos... ¿OK? Le pido. "Si quieres, papi" me dice. Yo me le pego a su chocha con más ganas para hacerla venir y le beso y chupo el clítoris sin misericordia. Ella se lanza por ese orgasmo que tanto le gusta así y se me pega al bicho con toda intención de hacerme venir. De momento cierra sus muslos sobre mi cabeza y me aprisiona en ellos mientras ...
    ... me culea desesperadamente. Yo abro mis piernas y le dejo libertad para que me mame a su antojo. Siento un gusto incontrolable en mi bicho cuando ella comienza a venirse culeándome la boca con fuerza y se mete el bicho profundamente en su boca. Siento que casi lo muerde cerca de la base -ella nunca se lo pudo llevar muy adentro de su boca-pero de la forma que me mamaba y acariciaba la cabeza del bicho era suficiente para hacerme venir a su gusto. Le empujé el dedo más adentro en su lindo culo y esto la lanzó sobre el borde. Se lo saqué completamente y ella se volvió loca: "¡MMMMMMMMMMM!..." se le escapaba de su boca mientras tenía mi bicho en ella y se venía descontrolada. Era todo lo que yo necesitaba para bombear mi leche en su acogedora boca y venirme con ella a la misma vez. No podía resistir el gusto que me causaba esa vibración en el bicho y ella lo sabia. Nos seguíamos mamando lentamente hasta que ella no podía resistir más las caricias al clítoris y me separaba. Estos orgasmos eran tan fuerte para nosotros que nos quedamos así casi dormidos uno entre las piernas del otro. Yo transportado a otro mundo oliendo su peluda chocha que tanto gusto me daba. Ella con mi bicho descansando cerca de su boca besándolo suavemente algunas veces. Cuando nos mamábamos así ella me tragaba totalmente. Tan sólo se levantaba cuando mi leche se secaba en sus labios y mejillas y se convertía como en una fina capa de almidón. A esto ella se reía y se levantaba a lavarse la cara y removerla. ...