Jorge el curioso
Fecha: 05/02/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... eran de igual forma, anchos y gruesos y su culo enorme redondo y paradito, y gracias al pantalón azul del uniforme de mantenimiento todo se le marcaba de gran manera. Lo que más me gustaba de él era su sonrisa, su actitud hacia la vida, su confianza en sí mismo… no sé si era yo el que magnificaba todo esto o si el en realidad era así, pero cada día me gustaba más. Los dos éramos amigos, siempre hablábamos de fútbol o nos hacíamos bromas típicas de hombres. Un día de tantos le pedí que me ayudara con un problema que estaba teniendo con el aire acondicionado en la oficina. Mientras trabajaba hablaba conmigo y yo disfrutaba viendo su culo gordo que apenas le cabía en los pantalones. Entre broma y broma me dijo: – oiga ingeniero (solo así me decía, aunque sabía mi nombre), yo algo que no entiendo es porqué usted con el puesto que tiene, la plata que se gana y el carro que anda, nunca lo veo con ninguna mujer – Jajaja y tu como sabes? – yo lo tengo vigilado ingeniero, además de que a mí todos los chismes me llegan de primera mano… - Sin pensarlo mucho y sintiéndome en confianza le dije – Jorge, te voy a contar algo porque se que vas a ser discreto y confió en que esto no va a salir de aquí - él dejando a un lado lo que estaba haciendo e intrigado por mis palabras me dijo – que pasa ingeniero, usted sabe que puede confiar en mi – Jorge… a mí me gustan los hombres… por eso es que no me conocen mujer alguna - él con cara de incrédulo y con la boca abierta, peló los ojos sin poder ...
... creer lo que oía. – usted es maricón? – Jajaja, pues no es el término más políticamente correcto pero si – pero como asi ingeniero? Usted se ve bien machín, yo jamás hubiera pensado… está seguro? – toda mi vida lo he sabido Jorge… no pasa nada, no por ser gay dejo de ser varonil – pero, es que yo pensaba que los maricones eran siempre florecitas, delicados, afeminados … y llega usted y me dice que hay hombres normales que también les gusta la verga… me ha puesto a pensar… – pues si Jorge, así hay muchos como yo. Después de mi confesión Jorge volvió al trabajo en un ambiente más tenso que el de antes. Después de terminar se despidió con un fuerte apretón de manos. Pensando lo peor, me arrepentí de haberle confiado mi secreto… a lo interno mi intención era crear una conexión más personal con él, sin embargo sentía que Jorge no lo había tomado de la mejor forma y ahora mi preocupación era que le contara a todo el mundo. Sin embargo al día siguiente como si nada hubiera pasado Jorge me saludó con su habitual sonrisa y me comenzó a hablar del partido de la noche anterior. El tiempo pasó y no volvimos a hablar del tema. Jorge fue el mismo conmigo y no le comentó a nadie de mis preferencias. Cuatro meses después de esa conversación, quede de ir con unos amigos del trabajo a un bar el viernes en la noche. Después de comer y tomar unos cuantos tragos decidimos ir a un sitio más popular para bailar y continuar la fiesta (estabamos festejando el fin de un proyecto que habia salido de ...