1. El regalo de Pablo


    Fecha: 06/02/2018, Categorías: BDSM Autor: calvo30, Fuente: xHamster

    ... en público. Pero allí estaban aquellos hombres y era evidente que su pesadilla iba a hacerse realidad. Permaneció callada y con la vista baja como se la había enseñado.Los hombres, Eduardo incluido, se sentaron en unas butacas algo apartadas de ella. Entraron en la sala dos enormes y musculosos negros ataviados con látex y cuero. Uno era hombre, dotado de un pene excepcionalmente largo y grueso en cuyo bálano lucía un brillante e impresionante piercing. Sus enormes testículos colgaban bajo una argolla que sujetaba la bolsa escrotal en la unión al descomunal pene.La otra era una mujerona de enormes pechos cuyos pezones estaban horadados por dos formidables argollas de titanio al igual que sus labios vaginales exteriores, que mostraban otras tres a cada lado. En el tabique nasal ostentaba otra que le caía casi encima del labio superior.Sin mediar palabra se acercaron a Elena, que resignada se dejó hacer. Le entraban dudas sobre si su dueño cumpliría la regla de no dejarla marcas.Fue desnudada por la pareja negra ante los espectadores y después obligada a mostrarles humillantemente los atributos de su cuerpo. El examen fue detallado. Incluso alguno de ellos llegó a penetrar su vagina con dos dedos para comprobar su temperatura, sabor y humedad. Elena estaba totalmente granate de vergüenza. No le hubiera importado morir en aquel momento. Es más, su sofoco y los latidos de su corazón eran tales que creyó iba a sufrir un ataque cardíaco.Una vez sufrida la exposición ante los ...
    ... hombres vestidos, Eduardo se dirigió a ella:- Estos caballeros serán testigos y garantía de que el tratamiento a que será sometido tu cuerpo para doblegar tu voluntad, inaceptablemente contumaz en una esclava, no producirá marca alguna que pueda delatar tu condición de sumisa. Sabes que puedo cederte a quien quiera, incluso regalarte o venderte libremente, por lo que tu oposición a mi voluntad es banal. Lo importante es doblegar esa inadmisible soberbia y que seas tu quien me ruegue que haga lo que deseo para ti.Con un gesto indicó a la pareja negra que comenzasen con el tratamiento. La colocaron un collar de cuero tachonado y con argollas, unas muñequeras que trabaron a ambos lados del collar y una mordaza de bola que metieron en la boca muy forzadamente. En los pezones le pusieron unos pequeños cepos de tornillo que fueron apretados sin piedad y que la arrancaron lágrimas de dolor. Peor fue cuando le pusieron el mismo artefacto en el clítoris. Quedó firmemente convencida de que jamás volvería a tener sensibilidad en ese órgano.Fue sentada en una extraña silla de respaldo graduable y asiento basculante y sujeta a ella mediante unas cuerdas suaves para no rozar su blanca piel. Inmediatamente le fue impuesto un copioso enema en el recto y sellado el esfínter anal mediante un atroz tapón prolongado en una varilla metálica a cuyo extremo había una bola, también metálica, del tamaño de una de golf.La vagina fue inundada por otro enema y taponada por un globo inflable que forzó una ...
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