1. Una familia de cornudos (Parte 2)


    Fecha: 08/02/2018, Categorías: Infidelidad Intercambios Autor: mastercorneador, Fuente: CuentoRelatos

    ... cabeza. El procedió inmediatamente a quitarle lentamente el panty de manera muy sensual, lo bajo dejando a su esposa totalmente desnuda, de piernas abiertas, medio recostada apoyada sobre sus codos, y jugando con sus propios pezones mientras miraba a su marido cornudo dejarla lista para mí. Antes de pararse lo tomé de la cabeza y le metí mi miembro en su boca con un poco de fuerza, casi con violencia. Empezó a darme una mamada, utilizando mucha saliva y masturbándome al mismo tiempo. Le entregue un preservativo que había tomado unos momentos antes de quitarme la ropa mientras el la desvestía. No hizo falta que le diera instrucciones. Procedió a colocármelo mientras me continuaba masturbando. No sé porque, pero es una de las cosas que más me gusta hacer cuando estoy por primera vez con una pareja cuckold. Hacer que el cornudo me coloque el preservativo es una muestra de sumisión hacia mí que me encanta. Además del factor un tanto humillante para el marido de hacerlo mientras la esposa mira atenta. Luego de unos segundos con su mano separo los labios vaginales de su esposa, y con la otra apunto mi pene hasta dejarlo en la entrada de esa cuquita chorreante. De un empujón lo metí hasta el fondo sin contemplaciones, al llegar adentro presione mi pelvis lo más que pude para que la muy puta sintiera mi miembro en su totalidad. Ella arqueo su espalda y dio un suspiro que a la vez tenía un poco de gemido de dolor. Sh- Dios mío… que grande eres!!! Me vas a mataaar. Déjame ...
    ... acostumbrarme a tu tamaño, que es mucho más a lo que mi marido tiene. - Dijo ella sonriente y malévolamente. El cornudo sentado junto a la cabeza de su mujer con sus manos agarraba las piernas de su mujer por los tobillos haciendo que ella quedara mucho más abierta para mi al borde del sofá. Ella con la cabeza de medio lado tenia justo enfrene la pollita enjaulada de su marido a la altura de su cara. De vez en cuando le daba pequeños mordiscos y simulaba un intento de mamada como para torturarlo. Cuando la sentí cómoda con mi tamaño empecé a bombear continuamente variando el ritmo y magreando todo su cuerpo. Jugaba con su culo, con sus tetas, metí mis dedos en su boca. Estuvimos así algunos minutos, hasta que decidí cambiar de posición. La coloque en 4, y de nuevo continúe con el bombeo, mientras se besaba con su marido y ella le decía lo bien que se sentía. El preguntaba que tanto le gustaba y le pedía que le describiera todo lo que sentía. Estuvimos así algunos minutos y yo ya un poco cansado de estar de pie me senté en el sofá, ella se trepo sobre mí y empezó a cabalgarme lujuriosamente. Me agarraba de las manos para que le tocara su cuerpo, como indicándome que quería que detallara cada centímetro de ella. Agarraba su culo y separaba sus nalgas con fuerza, le tomaba las tetas y las estrujaba al tiempo que mordía sus pezones. En un momento empecé a sentir un roce húmedo sobre mis bolas. El cornudo había tomado la iniciativa de sentarse en el suelo entre nuestras piernas para ver desde ...
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