Pepa, su hijo y yo (II) - Relatos Eróticos

Pepa, su hijo y yo (II)

... lanzara al ataque, se quitó la bata, enseñando su cuerpazo. Estaba en bragas y sujetador en medio de la habitación, se movía como en un pase de modelos . Invitó a mi madre para que hiciera lo mismo a lo que ella dijo que nunca se había desnudado delante mío, pero como estaba un poco mareada , yo no sé si por el efecto del alcohol o por qué , el caso es que se levantó la falda del vestido y pudimos ver a mi madre en bragas . ¡ya había comenzado mi fantasía! , ¡de esta no te libras mamá! , pensé yo. José y yo nos pusimos a mil viendo a mi madre ¡no nos lo creíamos, mi madre en bragas! ¡lo que nos había costado!. Se quedaron las dos en bragas y sujetador en el centro de la habitación, mirándonos, mirando ya descaradamente mi madre los dos paquetes. Se notaba que estaba salida, nunca había visto esa mirada . Pepa le preguntó a mi madre si le gustaría vernos los penes , mi madre volvió a dar la callada por respuesta e interpretamos que sí, por lo que nos bajamos los pantalones y calzoncillos, mostrando nuestras pollas. ¡Estaba alucinado! , Rosa en bragas y yo allí enseñándole mi polla que por cierto estaba empinada como nunca .Pepa se lanzó a tumba abierta al ataque , nos mando masturbarnos , cosa que hicimos rápidamente mientras mi madre estaba atónita mirando a su hijo y al amigo cómo nos pajeábamos. Pepa se acercó , nos cogió las pollas con las manos y nos las meneaba a un ritmo frenético . Como es lógico nos corrimos en su ropa interior . Ella dijo que así no se ...

... quedaba , que estaba toda la ropa húmeda , se la quitó quedándose desnuda enfrente nuestro, mi madre no daba crédito a lo que estaba viendo , se estaba poniendo cachonda. Pepa se acercó hacia nosotros y comenzó a mamarme la polla que se había quedado fláccida después de la corrida, nos volvimos a empalmar , pero no queríamos forzar la situación , mi madre tendría que venir por sí sola y lo hizo. Mientras me mamaba la polla Pepa, mi madre se acercó a José Ángel le cogió el rabo y comenzó a masturbarle , ¡qué envidia me daba el muy cabrón! , pero estaba bien así . Rosa se acariciaba el coño por encima de la braga mientras pajeaba a mi amigo, ¡era increíble!, mi madre acariciándose el coño delante mío. El ambiente estaba cargándose por momentos, había un olor especial. Mi madre no aguanto más y se quitó toda la ropa, estaba desinhibida .Estaba tan apetecible que hubiera saltado encima de ella y le hubiera clavado el nabo hasta el tuétano de un solo empujón . Era increíble mi madre , tenía unas tetas preciosas, los pezones en punta , la aureola arrugada de excitación , un vientre liso como una tabla y qué decir de su coño ¡precioso!, esa era la palabra, un triangulo púbico perfectamente depilado, no le sobraba ni un pelo , joder era metódica hasta para depilarse. Pepa me colocó sentado en el sofá y se puso sobre mí , mi madre nos miraba , vio como Pepa se ponía mi polla en la entrada del coño y comenzó a masajearse el clítoris , viendo que mi madre la miraba se sentó de un golpe ...