Pepa, su hijo y yo (II) - Relatos Eróticos

Pepa, su hijo y yo (II)

... introduciéndose mi polla comenzándose a mover como una loca. José Ángel no se atrevía con mi madre , estaba un poco cortado , pero en eso se acercó mi madre, le dio un beso en el capullo y siguió por toda la polla dándole besos, cuando volvió de nuevo al glande se lo metió en la boca y le hizo una mamada que le dejó sin habla. ¡qué suerte tenía el cabrón! Le estaba comiendo la polla mi madre y él la estaba gozando. Se colocaron como estábamos nosotros e hizo lo mismo que me hizo Pepa a mí , se estaba follando a mi amigo delante de mí. Paramos por un momento y Pepa me dijo que le comiera el coño a mi madre, lo hice solícito, ella abrió sus labios enseñándome el clítoris, me acerqué, olí su coño y seguido la pasé la lengua por el clítoris , jadeaba, estaba cachondísima, de su coño salían líquidos que me tragué, por fin mi madre se corrió .Pepa y José Ángel estaban a lo suyo mirándonos eso sí sin perder detalle, comenzaron a magrearse y finalmente madre e hijo comenzaron a follar. Mi madre se quedó perpleja, su amiga estaba follando con su hijo como en la película, se quedó mirando. Pepa estaba como una burra en celo, me pidió que la folllara el culo y lo hice formamos un sándwich. Mientras , Rosa se deleitaba mirándonos , se ...

... puso cachonda y comenzó a "rascarse" la almeja , estaba súper excitada con lo que veía. Finalizamos el polvo corriéndonos los tres al unísono .Mi madre se hacía una paja en el sofá de enfrente , se acariciaba las tetas, se relamía de gusto . Vio cómo nos acercamos mi amigo y yo hacia ella, abrió las piernas para que pudiéramos ver lo que hacía. Comenzamos a meterle mano todos , yo coloqué mi polla en su boca , mientras que José Ángel le magreaba el culo y Pepa se bajó hacia su coño comiéndoselo. Mi madre jadeaba, emitía gritos de placer, seguido nos dijo que nos la folláramos como habíamos hecho con Pepa . Yo coloqué mi polla en la entrada de su culo que se hallaba bien lubricado por el lametón que le dio José y poco a poco se la fui clavando hasta que mis huevos tocaron su redondo pompis. Estaba ensartada , se movía como perra en celo, Jose aprovechó el momento para meter su polla en el coño de mi madre, mientras que Pepa le comía las tetas, era para ella un orgasmo continuo . Finalizamos esa noche loca de placer, exhaustos . Yo había conseguido mi objetivo con creces . Desde aquella noche , mi madre ya no cerró nunca su puerta , sino que abrió de par en par sus piernas para mí cada vez que se lo pedí. FIN DE LA SEGUNDA PARTE