1. Un paseo por las caballerizas


    Fecha: 24/02/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo en Grupo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Unos amigos de Víctor nos habían invitado a pasar el fin de semana en su estancia. En realidad era una especie de haras donde se criaban caballos de polo; un hermoso lugar en el campo, a un par de horas de Buenos Aires.Luego del almuerzo comencé a aburrirme durante la charla que tenía mi esposo con algunos de sus amigos y decidí salir a recorrer el lugar; llegando hasta donde se encontraban las caballerizas, bastante apartadas del resto de las instalaciones…Mientras observaba esos magníficos ejemplares, vi un hermoso potro de cuya ingle sobresalía un tremendo pedazo de verga de color negro brillante; rematado por una cabeza, aún más enorme e impresionante.Grande fue mi sorpresa y lo único que hice en los próximos minutos fue observarlo detenidamente, acercándome un poco más. No podía dejar de admirar ese tamaño de pene, imaginando lo que dolería tenerlo adentro de mi vagina…Me concentré tanto en esa increíble visión, que no me percaté de la presencia de uno de los peones que me observaba extrañado. Cuando me di cuenta de que estaba allí cerca y mirándome, me hice la distraída y le pregunté cómo regresar al casco de la estancia, diciéndole algo absurdo como que me había desorientado…El hombre había notado mi evidente fascinación por el miembro descomunal de ese potro y se acercó con una sonrisa socarrona:“No se haga problema, Señora, acá en el campo es común que la gente de la ciudad se asombre con esas cosas, sobre todo por el tamaño que tienen esos potros…” Y agregó: “Quién ...
    ... pudiera tener algo así… no?.Me pareció un comentario algo desubicado de su parte, así que solo me limité a asentir con la cabeza, mientras no podía apartar la mirada de la pija del potro. Ello fue lo que impulsó al peón a proponerme algo más osado:“Quiere verlo más de cerca, Señora, no hay peligro, es un potro manso”El hombre abrió la puerta del box y me invitó a pasar. Yo no sabía qué hacer. Por un lado mi cabeza me urgía a salir corriendo de allí; pero por el otro mi cuerpo me exigía seguir adelante para inspeccionar de cerca esa magnífica verga equina…. Sin pensarlo mucho más y viendo que el peón mantenía la puerta abierta y me sonreía, entré temblando de pies a cabeza.Ya adentro el potro pareció ponerse nervioso y se movió hacia atrás. Yo me quedé pegada a una pared y el hombre lo acarició, calmándolo enseguida.“Este ejemplar está en la época de celo, por eso anda tan alterado” Explicó el peón, mientras lo acariciaba para tranquilizarlo. Yo seguía sin hablar, asentía con mi cabeza los comentarios del hombre; pero mientras tanto podía apreciar que esa verga enorme seguía dura y palpitante. Ahora la veía más de cerca y podía adivinar la piel sedosa y llena de venas que recubría esa verga.Ante mi sorpresa el peón me dijo de repente con una amplia sonrisa:“Quiere tocarlo, Señora?Ya no me importaba lo que podía pensar ese tipo; así que me agaché y acerqué mi mano, tocando ese gigantesco miembro. El contacto me provocó una sensación de placer nunca experimentada, sentí que mi ...
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