Alicia y Cristina - Relatos Eróticos

Alicia y Cristina

... arriba y vi, a través de su pequeño cuerpo delicado, su bello rostro demostrando las profundas emociones que pasan a través de su cuerpo. Su hermoso rostro estaba desencajado. Luego volví a atormentar y las burlas de su cuerpo virginal. Se puso tensa y relajada una y otra vez. Su respiración era rápida y profunda, ya que esta hermosa niña llegó a la altura máxima de la pasión. Le llegó el clímax una y otra vez en mi boca. Continué atormentando y cogiendo con mi lengua su pequeño coño. Mi lengua, enterrada profundamente en su cuerpo, mientras sentía su pequeña pulsante vagina. Una y otra vez mi lengua se sujeta y libera la vagina de Alicia, mientras ola tras ola de pasión llegaba sobre su pequeño cuerpo temblando. Esto era realmente una fantasía hecha realidad. Finalmente cedí mis servicios de atormentando y miré hacia arriba y vi su hermoso cuerpo mientras se bajó de sus alturas para regresar al aspecto de una niña inocente. Se acurrucó en la cama al lado de mi cuerpo, sentía la maravillosa experiencia que acababa de compartir. Era mucho más de lo que jamás podría haber esperado que ocurriera realmente. Me sentía satisfecho, era una fantasía cumplida que alimentaria nuevas fantasías durante meses. El cuerpo desnudo de Alice se movió volví a la realidad y vi como ella empieza a quitarme la ropa. ‐ Alice, ¿qué haces?-- pregunté. ‐ Quiero darle tanto placer como que me diste. ‐ Lo haces-- le dije. ‐ Sí, claro que sí! Pero te lo voy a hacer ahora yo. Disfrútalo tonto Observé su ...

... cuerpo desnudo delicado y como ella me desabrochó la camisa y luego los pantalones. Tomó toda la ropa, y se examina cada área de mi cuerpo mientras se destapó. Se puso mi pantalón abajo. Mi polla estaba totalmente erecta, se inclinó hacia abajo bajo la presión del elástico, a continuación, apareció mi verga palpitante hacia arriba agitando atrás y hacia adelante por un par de segundos. Alicia gritaba de alegría al ver a mi gran polla erecta ondeando en el aire. Ella sabía porqué estaba tan rígido y duro. Fue a causa de ella. Su pequeño y maravilloso cuerpo tentador y lo que me estaba haciendo. Ella exploró mi cuerpo como lo hice de ella, mirando especialmente de cerca a mi verga rígida recargada sobre mi vientre. La vista de su delicada mano acariciando mi polla provocó un hormigueo de nuevo y una oleada tras otra de pasión a través de mí. Me sentía como si pudiera acabar en cualquier momento. ‐ Tu pene era hermoso, tan grande y duro, la punta coincide con el color de mis tetas, ¿no te parece?-- dijo mientras se frotaba la punta de la polla dura en contra uno de sus pequeños pezones rosados-- Es largo y duro, incluso mejor que el pene de mi tío. Ella continuó mirando y admirando mi pene rígido, rodeado alrededor de su delicada manita, mirándolo desde todos los ángulos. Sensualmente movía su cuerpo por lo que su trasero estaba al lado de mi cara. Ella tiró de mi polla palpitante hacia su rostro. ‐ Oh, mierda! Este comenzó a deslizarse en su boca. Vi como ese precioso pequeño ...