1. El niñero: Pelea injusta


    Fecha: 03/03/2018, Categorías: Gays Autor: angelmatsson, Fuente: SexoSinTabues

    ... dije a James que era tiempo de que se fuera a acostar. Para cuando llegó a la última noche, decidimos hacer una fogata a la orilla de la playa y conversar. Eduardo no volvió a insinuarnos nada, pero seguimos siendo tan amigos como antes. James, por el contrario, se veía un poco decaído. En realidad, había estado los últimos días así. Esperaría un momento y hablaría con él. -¿Se acuerdan cuando a Pablo lo enterramos en ese lugar? -Hablaba Erick. -¡Si! Fue muy gracioso -Asintió mi hermano. -No fue gracioso -replicó Pablo-. Me mordieron unos bichos porque no podía moverme. -Bueno, para ti no fue gracioso, pero para nosotros sí -dijo Eduardo. Todos rieron. -Fue más gracioso cuando Agustín salió gritando y corriendo porque lo seguía una serpiente marina, cuando sólo era una rama – A mi hermano se le fue la sonrisa. Todos volvieron a reír, menos James. -Voy a orinar -dije mientras me levantaba. Le hice una señal a James para que me siguiera. Caminamos unos arbustos y nos perdimos en la noche. -¿Qué te sucede? -pregunté. -Nada -contestó con un rostro que dice “todo”. -Vamos, James, te conozco mejor de lo que crees-. -Bueno… es que… -se silenció un momento, y luego dijo -: No quiero irme de aquí. -¿Por qué? -pregunté. -Porque aquí te tengo -respondió-. Aquí puedo ser tal y como yo soy… contigo. Puedo tenerte todo el día para ...
    ... mí, y también estar toda la noche junto a ti. Allá, ya no te tendré más. Guardé silencio. Me había dejado congelado esa confesión. Al parecer James sentía más por mí que sólo calentura. Y me comenzaba a dar cuenta que yo por él igual. Nuestra diferencia de edad (menos de 3 años), en ese momento de la vida era abismante, pero en poco tiempo sería solo un detalle. Me dispuse a orinar. -¿Quién dice que no me tendrás? -dije al fin, mientras aun orinaba. -¿Quieres continuar con esto? -preguntó esperanzado. -Creo que sí. Seguiremos todo el tiempo que queramos -sonreí-. Siempre puedes ir a quedarte a dormir a mi casa con mi hermano… aunque a media noche te cambies a mi habitación. Sus ojos brillaron al ver que no lo iba a rechazar. Se inclinó y antes de que sacudiera mi verga después de orinar, la envolvió con sus labios. Al instante mi pene respondió y se endureció. Jugué con su cabello hasta que exploté en su boca. Se levantó y sellamos todo con un beso. Cuando volvimos a la fogata, James lucía mucho más alegre. Contemplé su belleza cubierta por la luz del fuego, y me di cuenta de lo afortunado que era. Su cabello rojo brillaba con fuerza y sus ojos verdes me miraban con ternura. Sonreí al pensar que por un momento me iba a negar a ser el niñero de estos chicos. A veces las mejores cosas aparecen cuando uno menos se lo espera. 
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