Julia y Manuel "Estrenando la Moto"
Fecha: 03/03/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: lenuma2, Fuente: SexoSinTabues
... pasaban muy cerca, pudiendo contar a veces quince o veinte barcos sobre el horizonte. Estuvimos haciendo fotos y mirando el paisaje hasta que nos dimos cuenta que se hacía tarde, ya estaba el sol a punto de ponerse. Llegaríamos tarde. - Tenemos que marchar, Julia, le dije. - Si, la jefa nos la va a montar, no vamos a llegar a tiempo. Estoy teniendo una idea, por qué no la llamas tú y la avisas que nos retrasamos un poco, así quedamos bien y podemos llegar más tarde. - Como eres, no te llega nada, voy a llamar, sobre todo para tranquilizarla. Llamé, mi madre primero se enfadó pero luego me autorizó a volver algo mas tarde. Animado por lo que me pareció algo de debilidad por su parte le pedí nos dejase quedar hasta la puesta de sol, Total la noche nos iba a coger casi igual. Mi madre cedió y así pudimos quedarnos hasta el anochecer. Esa tarde no había nadie en el mirador, todo el tiempo habíamos estado solos, ahora tampoco era probable que viniese nadie. El Sol estaba llegando al agua. Los colores del cielo iban cambiando a cada momento y la verdad que la sensación era mágica. Julia se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla: - Gracias por traerme, hermanito, esto es precioso. - Gracias por venir conmigo, Julia, estoy muy a gusto aquí contigo, le dije mientras la abrazaba desde atrás, apretándola junto a mí. Mira que bonito el Sol, casi es tan bonito como tú. Me gusta tenerte así entre mis brazos, le dije mientras mis manos acariciaban su cintura. La polla se me puso dura ...
... inmediatamente pero no me importó que se me notase. Estaba muy a gusto así. - A mí también me gusta estar contigo, Manu, Me siento muy feliz. Me gusta abrazarte en la moto y me gusta que me abraces tú también. - Bueno, disfrutemos un poquito mas y nos vamos, ¡mira el Sol! Está a puntito, en nada desaparece, ¡mira, mira! ¡ya se va! Un, dos, tres, cuatro. Hasta mañana Sol, nos vemos. Me quedé un ratito con Julia abrazada, su cabeza y la mía juntas. Mis manos tímidamente cerca de sus pechitos, como dos enamorados. Pasaron varios minutos que nos parecieron segundos, hasta que descubrimos que casi era noche. Teníamos que volver. - Vamos que nos mata tu madre. - La tuya me va a romper una pierna por llegar a casa a estas horas. - Se te acabaron los paseos en moto. - Bueno, no será tanto, quizás me castigue unos días, pero le pasará, además voy contigo. Nos preparamos para montar en la moto. Estaba todo oscuro y la oscuridad me dio una idea: le voy a facilitar el trabajo a Julia, pensé. Me desabrocho el botón del pantalón y bajo un poco la cremallera y quizás ella se anime a tocar el violín con más ganas. De verdad que estaba asustado del cambio experimentado en mi conducta en tres días, pero lo hice, antes de ponerme en marcha, solté el botón del pantalón y bajé la cremallera un poco menos de la mitad. Echamos a andar y enseguida Julia pasó a lo que ya eran sus posesiones. Su mano pronto descubrió mi labor preparatoria y tras dudarlo un poco, fue colando un dedo hasta llegar a donde ...