MI MOUNSTRUO
Fecha: 06/03/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Alonso70, Fuente: SexoSinTabues
Es increíble que conforme pasa el tiempo nuestro cuerpo se acostumbra a la vida sedentaria y tranquila, nuestro libido poco a poco se va rindiendo y admite tener una experiencia sexual a la semana, cuando unos pocos años antes teníamos 3 o 4 o incluso había semanas de una experiencia sexual diaria. Eso pensaba yo, hasta que conocí a Rodrigo, el nuevo compañero de trabajo, un muchacho medio atolondrado no agraciado físicamente, pero excelente compañero, muy trabajador y solidario, desde que entro hace 3 meses había llevado una buena relación laboral con él, sin ni siquiera pensar en el aspecto sexual, y no era porque no me gustaba, si no que apreciaba mas su amistad y su cooperación en el trabajo, pero todo eso cambio hace poco más de un mes justo el primer día que nos quedamos a trabajar toda la noche en la oficina, ya que a la mañana siguiente yo siempre era el primero en llegar a las regaderas de la empresa y ducharme para regresar fresco a la oficina, bien, yo siempre era de los primeros por qué no me gustaba que nadie de la oficina me viera desnudo, mi piel completamente depilada, y mis piernas y mis nalgas cuidadas eran un indicio de mis preferencias sexuales y no me gustaba tener que darle explicaciones a nadie, así que siempre salía una hora antes que todos, y cuando ellos llegaban yo ya estaba vestido, pero no contaba con el chico nuevo, Rodrigo resulto que era más madrugador que yo, mientras me bañaba escuche el ruido de alguien que se acercaba, y cuán grande fue mi ...
... sorpresa que vi al chico nuevo enredado en una toalla acercándose a la regadera de junto, Hola buenos días, me dijo, yo le respondí, Hola Rodrigo, creí que te ibas a quedar a dormir una hora más, Ha no, tampoco me gusta bañarme en grupo, la verdad tengo un cuerpo raro y en los trabajos en los que he estado me empiezan a poner apodos, como el monstruo, o cosas así. Apresure mi salida, para que no me viera completamente desnudo, y al salir del cubículo de la regadera fue que lo vi, no pude evitar poner mis ojos, en su maravillosa tranca, un enorme pedazo de carne blanco gordo, que aunque colgaba de sus piernas se apreciaba enorme, por unos segundos me perdí en mis pensamientos lúdicos y perversos imaginando levantar esa enorme verga con mi boca hasta tenerla bien erguida y meterla en mi culo que pedía a gritos ser invadido por tan hermoso ejemplar, y en esas estaba, hasta que la voz de Rodrigo me saco de mis fantasías perversas diciendo: ¡Woww que piernas tienes Alonso! Bueno. tu cuerpo en si está muy bien formado, ¿Te rasuras? hasta entonces desperté de mi letargo, ¿He como? No yo. no este. no, no me rasuro. Camine hasta alcanzar mi toalla, y seguía escuchando a Rodrigo que decía en voz más fuerte, espera Alonso espera, ¿A poco ya te vas? En serio ya terminaste? si le grite y apresure mi camino, llegue a la banca de los vestidores y ya sentado no pude evitar pensar de nuevo en esa maravillosa barra de carne, de inmediato mi mano se poso en la entrada de mi culo y clave uno de ...