La isla de los placeres mortales (Enter the Dame) En 120.0
Fecha: 07/03/2018,
Categorías:
BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... resultado, Ebba no la estaba ignorando, sin dejar de mirarla extendió sus manos sobre la espalda de su compañera mientras echaba su cabeza lentamente hacia atrás ondeando su larga y rubia cabellera, abriendo otra vez su boca para tomar una bocanada de aire y retenerlo por algunos momentos, hinchando sus desnudos y firmes pechos, para exhalar lentamente a la vez que deslizaba sus manos por le espalda hasta la cabeza de la pelirroja, agarrándola del cabello y levantándola violentamente, obligándola a observar a Paula que se encontraba frente a ellas. Para asegurar su cometido la contuvo en esta incómoda posición agarrándola del mentón con la otra mano hasta que escuchó las quejas de la agredida pelirroja, que privada de girar la cabeza balbuceaba: -¿Mon chérie…qué te pasa…que te pa…? La nórdica amazona manteniéndola en esta posición acercó su boca a la mejilla de la pelirroja como si le quisiera confiar algún secreto, pero en vez de eso empezó a juguetear con el lóbulo de su oreja para atraparlo suavemente entre sus incisivos, luego levantó la vista para cruzarla con la de Paula, y cuando tuvo la total atención de esta, empequeñeció su mirada mordiendo el lóbulo de la francesa haciéndolo sangrar, en el mismo instante que con la palma de su mano le cubría la boca, ahogando el grito de dolor que luchaba por escaparse. Una vez que la mujer cesó de quejarse por el dolor, entonces recién le soltó la quijada y liberó de entre sus dientes el carnal apéndice de su oreja, exhibiéndose ...
... cruelmente satisfecha mientras se le escapaba por la comisura de sus labios un hilillo de la sangre de su compañera de juegos ante los ojos de Paula que la miraba sin disimulo alguno, intensamente estimulada. Ebba abiertamente le señalaba a Paula con esta actitud que disfrutaba castigando a la pelirroja, queriendo seducirla claramente con esta violenta ignominia. La muchacha morena empezó a presentir por lo conversado con las diferentes personas comprometidas con estos eventos, que todas las participantes e invitados a estos, venían a satisfacer sus inclinaciones sádicas al extremo, por lo que con seguridad “Pensó”, Ebba esperaba participar con ella en estos peculiares juegos, percatándose también sin lugar a dudas de la evidente naturaleza de ella, empezando a sentir un sexual interés por la abusiva sueca, de la misma manera como lo había experimentado con quienes la habían iniciado en estos privados deleites hace algunos años, cuando recién incursionaba en el mundo de la prostitución con algunos clientes de gustos extremos, y lo que en un principio fue por necesidad, más tarde fue descubriendo que era parte inherente de su perversa inclinación. La rubia se mostraba impasible, siguiendo con su accionar, y estirando ambos brazos, le afirmó la cabeza fuerte y violentamente contra el entablado, al tiempo que levantaba la suya, echando su blonda cabellera hacia atrás, atisbando con los ojos a medio cerrar a Paula, con un gesto cómo de quien busca la aprobación de este impetuoso y ...