La isla de los placeres mortales (Enter the Dame) En 120.0
Fecha: 07/03/2018,
Categorías:
BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... entre otras penas, y quizás la más importante es que pierden sus ventajas y respaldo, por lo que son susceptibles de ser elegidas como rivales por sus iguales, las que manifiestamente mantienen sus privilegios en desmedro de ellas. Por lo que Paula le interrumpió diciendo: -¿Le parece que yo califico como una de las contendientes que habitualmente acuden a estos certámenes capitán? -Por supuesto que usted lo es, respondió Theodoridis, de otra manera no la habría elegido Pierre para participar, y no le habría asegurado inmunidad e impunidad en esta convocatoria, como además detentan estos favores Ebba y las mujeres que abordarán esta embarcación mañana entre otras, pero no Rouge que ya las desperdició, al infligir las reglas, exponiéndose sin lugar a dudas al “castigo”. El capitán Theodoridis a continuación hiso una pausa mirando detenidamente a la morena, para seguir diciendo: -¿No sé si me entiendes?, pero ya lo comprenderás cuando debas tomar parte con toda seguridad en el proceso del castigo. Theodoridis que hablaba inglés, y algo de otros idiomas como el español, además por supuesto de su lengua nativa, siguió explayándose en el asunto con sinceridad y sin dificultad dado su conocimiento en las variadas lenguas a las que podía recurrir durante la conversación, manteniendo todos los sentidos alertas, aun cuando se hallaba con un par de copas, sin estar mareado necesariamente y menos ebrio. El capitán en esta oportunidad solo quería dialogar animadamente, en temas ...
... puramente casuales sin tener que dar el cotidiano trato que tenía con sus subalternos, ahora mejor aun si lo hacía con una “Dama”,... bueno,... casi, pero de todas maneras ella era una mujer, lo que para estos varones era la ocasión de compartir con una representante del sexo débil “si se puede decir” en este entorno de hombres de mar, y que para el interés de Paula sacaría ventajas de estas circunstancias. Cuando la charla tomó un sentido de franco diálogo, la chica dejó de lado cualquier actitud que no fuera su natural manera de ser, no ocultando para nada, que ella como todas las seleccionadas poseían algunas características comunes, como son las de ser alienadas, atrevidas y por supuesto agresivas mercenarias escorts. Dejando claras ahora las tendencias y propósitos de la muchacha, y para corresponder a la franqueza de ella por parte del capitán, este le confidenció algunas triviales situaciones de poca importancia, por lo que ambos convinieron desde ya un pacto para una conveniente y futura relación, basada en el conocimiento y la “Confianza mutua”, expresión que había oído a Pierre Dupont y que ahora se repetía, haciéndola suya de aquí en adelante. Paula estaba informada solo en parte del medio en que se estaba involucrando, si bien Pierre Dupont le señaló que en estos enfrentamientos combatían exclusivamente mujeres, no le informó sobre los alcances de estos circuito, sin embargo le precisó las licencias con las que cuentan las muchachas que asisten a estos enfrentamientos ...