La isla de los placeres mortales (Enter the Dame) En 120.0
Fecha: 07/03/2018,
Categorías:
BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... Rouge con esa muchacha a la que llamaste “La loca”, continuó indagando Paula, me gustaría saber cómo lo hiso para poder darle a ella de su misma medicina, ¿No te parece?, por favor vamos cuéntame, y cambiando su voz como ya había empezado a ser habitual entre ellas, le acarició la cara y le platicó tiernamente de la misma manera como una madre lo hace con su pequeña: -”Vamos cuéntele a mamita, mi princesita”. Mientras Paula acariciaba la cara de la rubia, esta deslizó su mano por debajo de la mesa, acariciando una de sus rodillas, la que apretó delicadamente correspondiendo a sus caricias, y frunciendo el seño como una cría que está por ponerse a llorar, para cambiar de expresión repentinamente, diciendo graciosamente con su peculiar acento: -“Tu niñita te va a contar un bonito cuento mamita”, después, casi sin contenerse, ambas acercaron más sus sillas, besándose con arrebato por algunos segundos, no importándoles la presencia de los parroquianos y de los transeúntes de todas las edades que circulaban por el sector, quienes no miraron con muy buenos ojos la escena, por lo que decidieron ingresar al interior del local a un lugar un poco más privado. Aun tenían una hora disponible al menos antes de regresar al yate, por lo que ordenaron algo para comer. La latina había descubierto en Ebba “El talón de Aquiles”; sus inclinaciones más oscuras y los juegos sexuales duros y retorcidos contrarrestaban, con la inocente y dulce personificación de ser tratada como a una bebita, ...
... Paula iba a averiguar, cuál de los dos le era más seductor; el sexo duro, o el tierno juego de la madre y la hijita. Las dos mujeres se sirvieron unos platillos típicos de estas islas, y antes que Paula insistiera en el tema, la sueca inició su narración: -Hace poco más de tres años me ocupaba como “Escort” o acompañante, para decirlo de una manera más elegante, en fin una meretriz refinada, si se puede decir así. Hacía esta tarea para un traficante de personas, un turco que se llama “Osman“, que abastece de mujeres y jóvenes varones especialmente del tipo europeo, entre otros servicios a exigentes y exclusivos clientes del cercano y medio oriente, no solo como escoltas, sino que para cualquier quehacer que ellos soliciten, él las puede conseguir, dependiendo tan solo del monto que estos clientes quieren pagar, a cambio de ello, les asegura, confiabilidad y discreción. Sus prestaciones son bastante gravosas, pero esto no es problema para estos millonarios, y poderosos señores a quienes ofrece tan peculiares favores. -Entiendo le dijo Paula, ¿Es así cómo te conectaste con estos eventos? -Espera un poco,no seas impaciente mamita, le dijo Ebba con el mismo tonillo de la cría del íntimo juego que mantenían durante esta plática. -Está bien mi muñequita, sigue con tu bonita historia, enmendó su interrupción Paula, por lo que la rubia siguió con la reseña: -Como estos clientes y Osman no se podían comprometer en ordenar y poner en su lugar a las chicas que no cumplían con las tareas ...