Mi adorada cuñada
Fecha: 08/03/2018,
Categorías:
Incesto
Hetero
Autor: comendador21, Fuente: CuentoRelatos
... límite. Así es que tímidamente, tome la ropa de cama y le cubrí por lo menos su tesoro, dejando a mi vista su tetita con su pezón que me miraba a los ojos, unos momentos después, mi cuñada volvió a moverse dejando nuevamente todos sus encantos a merced de mis ojos, y de mi verga, que ya pensaba por sí sola, y me pedía gozar de los encantos a los que estaba expuesta; pues, al destaparse nuevamente mi cuñada, subió una de sus piernas, dejándola en ángulo recto con la otra, dejó a mi vista una abertura rosada, rosada y húmeda, yo, aún recatado lo que hice fue sacar de su encierro a mi cipote, duro y erecto y masajearlo buscando algún tipo de alivio, mas eso no fue suficiente, desee tocar esa carne rosada reluciente ante los resplandores de la película que cada vez se hacían más llamativos, a esas alturas ya no veía la película. Si no, que en mi interior, luchaba contra lo formal, pudoroso, o caliente. No pude más; y lo primero que hice, fue acercarme muy cerca de ella y oler el perfume que esa carne emanaba, aspirando los aromas que más tarde me llevarían a desenfrenar mi calentura, y, cuidándome de no tocar ninguna parte de su cuerpo, sin poder contenerme, posé mi lengua sobre la joya que tenía a mi alcance, mi adorada cuñada, en ese mismo instante, sube su otra pierna, y en un movimiento imprevisto y exacto, deja su dilatado clítoris dentro de mis labios, instintivamente succiono ya fuera de mí, ella se relaja completamente, en un movimiento de abandono, dejándome su joyita ...
... entre mis labios, y luego ronca ruidosamente, por lo que sigo succionando suavemente por unos segundos, que me parecen interminables, mi calentura me lleva a lo siguiente: me separo de ella; muy lenta y sigilosamente me sitúo entre sus piernas para acomodar ya con mi calentura, mi verga entre sus labios vaginales y quedarme quieto. Pero no puedo, pasados unos instantes me muevo instintivamente, y mi glande se introduce entre sus labios vaginales, la penetro suave, muy suavemente y mi pene se pierde en el tesoro de mi cuñada, ella se estremece y suspira agitándose levemente; pasado unos segundos, sigo moviéndome lenta y pausadamente con un movimiento de mete y saca, luego siento mi que verga se pone aún más dura, trato de contenerme pero no puedo eyaculo copiosamente dentro de ella, escucho que gime levemente, se estremece nuevamente, me quedo un momento dentro de ella, sin perder la erección, me salgo de ella aún con mi herramienta erecta, le beso suavemente el pezón descubierto que siento durísimo, sigilosamente me siento nuevamente en el sillón en que me encontraba anteriormente, la observo desde allí, admirando su tesoro que reluce húmedo y palpitante ante los resplandores de la tv., por unos minutos más, luego le cubro a medias su tesoro con la cobija, la dejo así, húmeda y chorreante, luego me voy a la habitación contigua, sigo pensando en ella con su imagen aún fresca en mi mente, no puedo aún saciar mi calentura después de admirar esa carne abierta húmeda y palpitante, ...