1. De niña puta a abuela pervertida


    Fecha: 06/09/2023, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Veronicca, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... habían unido a nosotros o se formaban otros grupos que solían ir al río a divertirse de igual forma, por lo que no era extraño que alguna chica saliera embarazada por esas prácticas tan poco cuidadosas, lo que hacía tener miedo a las demás, hacernos madurar con la edad y preocuparnos más por tener un novio estable y no andar de puta para todos.
    
    Alguno de los chicos mayores empezó a conseguir preservativos y eso les aseguraba poder seguir divirtiéndose con nosotras, ya que el sexo era nuestra vida, porque había empezado a serlo siendo prácticamente unas niñas.
    
    A la vez que me pasaba todo eso, mi padre seguía buscándome en casa cuando venía más bebido de la cuenta, ya que normalmente, cuando estaba normal, no me tocaba tanto y era como si no se atreviese, pero yo empecé acostumbrarme a abrirme de piernas también para él, porque según me contaban mis amigas, a ellas les pasaba parecido con sus padres también y yo pensaba que eso era normal, el que un padre follara a su hija, porque era lo que veía a mi alrededor.
    
    Cuando fui creciendo, el sexo seguía siendo muy importante para mí, con una vida sexual muy activa que compartía con mi entorno, quizás porque me eduqué así y a falta de otras diversiones, era una parte primordial de nuestro ocio, creciendo con esa mentalidad de que las mujeres teníamos que estar dispuestas a los requerimientos de los hombres de una forma sumisa.
    
    Pero todo esto cambió cuando empecé a tener mis parejas estables, lo que me llevó finalmente ...
    ... al matrimonio con un hombre que fue él como podía haber sido con cualquier otro.
    
    Llegaba una edad en la que todos esperaban que te casaras, tuvieras hijos y siguiera el ciclo de la vida. En mi caso, 5 hijos, 2 varones y 3 niñas, que supusieron que mi vida sexual se volviera rutinaria y aburrida durante esos años, aunque mi marido, siguiendo la tradición, buscara nuevos alicientes que le estimulaban más, así que no me resultaban desconocidos todos esos momentos en los que mi marido sobeteaba a la niñas mientras yo mostraba mi indiferencia, a pesar de que alguna se quejara en ocasiones:
    
    —¡Papá!, déjame ya, siempre estás igual.
    
    Pero ellas, al igual que yo, acababan comprendiendo que era inútil resistirse y que cuanto antes se corriera su padre, antes las dejaría tranquilas, y así él ni siquiera se preocupaba de disimular conmigo, cuando muchas noches se las pasaba en la habitación de las niñas, pero que le iba a decir yo, si él podía achacarme que yo había hecho lo mismo, y en ese pueblo, a pesar de los años transcurridos, todo seguía igual.
    
    Lógicamente, mis hijos, al ver el comportamiento de su padre, lo imitaban y actuaban de igual forma con sus hermanas, aprovechando esos momentos en los que él no estaba con ellas.
    
    Como decía, durante esos años de casada y madre de familia, el exceso de trabajo que todo ello conllevaba, me tenía agotada sin muchas ganas de sexo ni de desarrollar mis morbos y si mi marido o mis hijos se follaban a las niñas, yo me mantenía al ...
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