Para que tengas un buen motivo para odiarme 2 - Relatos Eróticos

Para que tengas un buen motivo para odiarme 2

... necesitaba usar el baño. Mientras en mi cuarto busque mi juguetito, un dildo vibrador con arnes, me lo coloqué ya que por dentro tenía un falo de unos 4 cm que iba dentro de mí tiene su propio motorcito para vibrar y la parte externa mide aproximadamente unos 18cm de largo y 5-6cm de diámetro, también con su propio motor para vibrar, tiene diferentes ritmos y velocidades que se manejan con un control remoto, le embarré un poco de lubricante a ambas puntas antes de colocarmelo y ajustarlo bien, estaba sentada en la silla de mi escritorio cuando Fer abrió la puerta para entrar, encendió la luz y se quedó paralizada cuando me vió, me levanté acercándome lentamente a ella, tímidamente pregunto "¿Qué traes puesto?" Le sonreí y le contesté "Mi juguete favorito y presiento que también lo será para ti" Fer dio un paso atrás algo asustada, le advertí "Me vas hacer perseguirte por la casa" negó con la cabeza, cerró la puerta y se acercó a mí, me besó y dijo "No me lo tomes a mal, pero los chicos con los que he estado lo tenían más pequeño y eso que traes me va a lastimar" me reí pero al mismo tiempo sentí una punzada de celos por saber que idiotas habían poseido ese delicioso cuerpo. "No te asustes Fer, sé cómo usarlo, sentirás placer, no dolor, además no tiene que entrar todo o si no te termina de gustar volvemos con mis dedos y lengua" se le iluminó la mirada y me preguntó "¿Que quieres que haga tu niña buena?" Sin perder tiempo dije "Ponte en cuatro sobre la orilla de la cama, ...

... quiero ver bien ese coñito a mi disposición" dándome un apacionado beso obedeció, sensualmente caminó a la cama, trepó parandome ese culito, se acomodó y terminando con menearme esas nalgotas invitándome a tocarla, me acerqué, acaricié esas nalgas que no alcanzaban a ser cubiertas por la mini falda, tan blanquitas, quería dejarlas rojas de nalgadas, con una mano sobaba su trasero y con otra rozaba mis dedos por su coño, su risita me hizo voltear, escuché que entre risas me decía "Alex, eres una morbosa, ¿Por qué pusiste ese enorme espejo dónde debe ir la cabecera de tu cama?" Le sonreí mientras le daba una fuerte nalgada, ella se sacudió de la sorpresa y solto un suave gritito, dándole otra más fuerte le contesté "Porque me encanta tu carita, ver tus reacciones y gestos" le introduje un dedo en su coño que ya se sentía mojado, la vi morderse los labios y sus ojitos abrirse, continúe diciendo "Es todo un deleite, ve, que rica carita haces, me pones a mil" meneó su trasero moviéndose para sacar y meter mi dedo, le di otra nalgada, ella gimió fuerte y me pidió "Quiero que me comas el coño" sonriendo le contesté "Todo lo que quieras, princesa" me agache para hundir mi cara entre sus nalgas devorando su coño, sus gemidos llegaban a mí causandome oleadas de placer, metía mi lengua en su coño y ella se meneaba buscando más, no tardó mucho en gritar mientras se estallaba en un fuerte orgasmo, dejando su colita en pompa se desplomó recostando su cabeza en la cama, me acomodé bien, comencé ...